Un icono se ha ido, Falleció Raquel Welch
Raquel Welch, la estrella de raíces latinas que se convirtió en uno de los más grandes mitos eróticos de la historia de Hollywood, falleció hoy miércoles tras una enfermedad.
Nació en Chicago como Jo Raquel Tejada, hija de un ingeniero boliviano que se radicó en EE. UU y una mujer norteamericana de raíces británicas, quienes le dieron una educación particularmente rígida en términos religiosos y morales.
El apellido lo tomó de su primer esposo, con quien se casó joven, más precisamente a los 19 años; y según lo que pudo contar la actriz, es que sus padres la obligaron durante mucho tiempo a renegar de sus orígenes latinos, raíces que luego, ya famosa, reivindicó en plenitud.
Se casó tres veces más y tuvo innumerables romances. Welch siempre se manejó con picardía entre la fantasía y la realidad para dialogar sobre sus amantes, inclusive ya lejos de las cámaras, los medios acudían a ella para saber más sobre sus verdaderas historias y aventuras amorosas.
A medida que su carrera fue creciendo, y con algunos altibajos, logró afianzarse como un poderoso símbolo del erotismo cinematográfico del cine. Esta imagen apareció en el film de la década de 1960, Un millón de años antes de Cristo, donde se la ve con un bikini de piel y bajo un escenario ambientado en tiempos prehistóricos. A lo largo de los siguientes 10 años, el mundo dejó de llamarla por su nombre, para nombrarla como “el cuerpo”.
Luego de un tiempo considerable, Raquel fue dejando de a poco el cine para dedicarse a creer una cultura de vida sana y conductas saludables, las cuales eran promovidas a través de videos de yoga y workout.
Welch fue un símbolo sexual construido y definido mediante la insinuación, por lo cual jamás necesitó mostrar de más. No hay una sola escena en el cine, donde se la pueda ver con un desnudo, ni siquiera de manera parcial. Necesitaba solo mostrar hábilmente sus curvas en trajes diminutos como el que utilizó en su primera aparición exitosa y consagratoria, dejando a los televidentes atónitos con aquella mujer con una lanza precaria en las manos, sin importar el contexto del film ni la situación a la que debía enfrentarse. Desde allí se convirtió en un objeto deseado por miles de fanáticos, inclusive, los posters con una imagen de Raquel y su cuerpo perfecto, era suficiente para promocionar la película, logrando una difusión mucho más rápida.
Aquella Raquel Welch prehistórica y sexy dejó impresa una de las imágenes más características de la cultura pop de su tiempo.
“De un solo golpe todo en mi vida cambió y todo sobre mi verdadero desapareció. Me molesta haber entrado en la conciencia pública como una presencia física, sin voz. Me convertí en la fantasía de todos los hombres”, admitiría Welch en su autobiografía “Más allá del escote”.
Con el transcurso de los años, la actriz logró manejar ese don, inclusive en su edad madura. Aprendió a tomar distancia de las consecuencias más incómodas y escandalosas referente a la atracción que generaba en los hombres. Recurrió a su cuerpo, como herramienta, para demostrar que podía valerse del mismo, implementando una vida saludable. El objetivo era poder convencer a las demás de que, para obtener y mantener la silueta, había que seguir y transitar el buen camino hacia una vida sana.
Para poder lograr su meta, Welch debió superar la falta de autoestima, quien fuera su enemiga durante toda la vida.
“No me gusta mi cabello (muy fino como el de mi madre), ni mis ojos (demasiado hundidos y almendrados), ni mi nariz (que no era lo suficientemente linda) y ni mi boca (demasiado ancha)” confesó Raquel. Algunos de estos rasgos únicos, la consagraron ejemplares de belleza a nivel mundial.
A pesar de su opinión en cuanto a su rostro, Welch ganó una sucesión de concursos de belleza como: “Miss Photogenic”, “Miss La Jolla”, “Miss San Diego” y “Maid of California”. Obtuvo una beca para estudiar teatro en San Diego, pero no fue de su interés luego de haber conseguido trabajo como meteoróloga en un canal de televisión. Luego de casarse a los 19 años con James Welch, su novio de la secundaria, dejó el empleo para criar a sus dos hijos, Damon y dos años después Tahnee.
Se separó de su esposo y se instaló con sus dos hijos en Los Ángeles, donde volvió a la actuación en pequeños papeles en series de televisión como Hechizada y El Virginiano.
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Fuente: Sherway Academy of Music, LA NACIÓN, Infobae, RTVE, Sky News, ABC 7 Chicago.