Trasplante robótico.
La intervención o cirugía se realizó en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona en un paciente de 65 años, permitiendo un menor tiempo de internación y una recuperación más rápida y con menos dolor.
Las cirugías que se realizan con el uso de robots llevan varios años en práctica, pero, aun así, su desarrollo y evolución no se detiene. Una de las experiencias exitosas fue la que realizaron profesionales españoles del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, los cuales llevaron a cabo el primer trasplante pulmonar con cirugía completamente robótica por donde se retiró el pulmón enfermo y se introdujo el nuevo órgano, sin necesidad alguna de dañar el tórax.
La técnica solo se había realizado de manera similar en el Hospital Mount Sinai de Nueva York, pero fue una cirugía robótica parcial, informa el Jefe de Servicio de cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d´Hebron, Albert Jauregui, por lo que manifestó que estamos en presencia de un “hito internacional”.
“Los trasplantes de pulmón son cirugías agresivas que obligan a hacer una incisión en gran parte del pecho y romper las costillas, con el fin de poder llegar a los órganos. Para tratar de evitar esta situación, expertos del Hospital Vall d´Hebron crearon “una técnica nueva, mínimamente invasiva, paro no abrir el tórax ni el esternón como si fuera el capó del coche”, explica Jauregui.
“La nueva técnica cosiste en hacer una incisión pequeña por debajo del esternón, sin romper las costillas, por donde entra y sale el pulmón. Además, se practican otras incisiones aún más pequeñas en el lateral de la caja torácica para entras los brazos y cámaras 3D del robot quirúrgico Da Vinci, con el que el cirujano opera para retirar e introducir los órganos usando la apertura por debajo del esternón. Para introducir el nuevo pulmón, los especialistas desinflaron el órgano en el quirófano a find e permitir su ingreso por la pequeña incisión debajo del esternón, en un lugar del cuerpo que tiene la ventaja de disponer de una piel muy elástica, que da margen para ampliar la apertura, aunque sin tener que tocar ni una costilla”, resalta el profesional médico.
La extraordinaria intervención se llevó a cabo en el mes de febrero y duró prácticamente 5 horas. El paciente intervenido tiene 65 años, y padecía una fibrosis pulmonar diagnosticada en 2007. Se pensó que la enfermedad fue provocada por el consumo de tabaco, pero después de dejar de fumar, el órgano siguió deteriorándose lentamente hasta que finalmente, requirió un trasplante.
Una vez recuperado, Xavier, solo tuvo palabras de agradecimiento para el donante y su familia. Es electricista industria y vivía rodeado de máquinas, esto lo llevó a aceptar la intervención sin dudar, ya que es consciente de que se pueden evitar los riesgos del fallo humano.
Aún falta continuar con su recuperación, pero el paciente está feliz con el resultado, porque durante el posoperatorio el nivel de dolor ha sido cero.
Los trasplantados toman medicación de por vida para controlar el rechazo del nuevo órgano y esto complica significativamente la cicatrización, pero, como las incisiones en este caso fueron pequeñas, Xavier solo ingiere paracetamol después de la intervención, cuando en un trasplante convencional se deben administrar calmantes mucho más potentes.
Esta nueva técnica, no solo disminuye el dolor posoperatorio, sino que permite avanzar en la rehabilitación respiratoria y tiene la capacidad de reducir los días de estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de hospitalización.
“Aún es temprano para concretar cuántos días supondría respecto a trasplantes convencionales, porque sólo ha habido un primer caso”, expresó Jauregui, quien cree que con el tiempo esta técnica se podrá aplicar a trasplantes de los dos pulmones y que se ampliará a más pacientes, aunque al día de hoy, es una “cirugía muy nueva”, por lo que de momento se podrá ofrecer a “candidatos muy seleccionados”.
Los avances en la cirugía robótica son numerosos, por ejemplo, en Argentina en 2021, un paciente de 73 años, con diagnóstico de cáncer de próstata y una hernia inguinal bilateral con deslizamiento de vejiga de un lado y visceral del otro, fue intervenido en una sola operación conjunta con la ayuda de un robot.
La intervención se realizó en el Sanatorio Otamendi de la Ciudad de Buenos Aires, con una duración de 7 horas y con la asistencia del robot Da Vinci XI. Tal como ocurrió en España, el posoperatorio fue más breve y menos doloroso.
Las intervenciones con ayuda de la robótica, se remontan aún más antes, en 2001 un cirujano francés Jacques Marescaux, realizó una intervención mínimamente invasiva para extraer la vesícula biliar a una paciente de 68 años Lo logró al controlar los brazos del robot Zeus y mediante un sistema de fibra óptica de alta velocidad, tardó tan solo 45 minutos.
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