Theresa Neumann, la mística católica que profetizó el próximo papado.
Theresa, un verdadero ser de luz, de nacionalidad alemana (1898-1962), debe su popularidad a sucesos como visiones que desde 1928 comenzó a dar a conocer, tanto a través de sueños, como también los estigmas los cuales se podían apreciar a flor de piel.
Hija de humildes campesinos, una vez terminados sus estudios de educación primaria, se ganaba la vida trabajando en granjas de la zona en donde vivía, de joven padeció una enfermedad, la cual la deja muy débil y muy expuesta a padecer altibajos en su salud.
En Marzo 1918 en una de las granjas donde trabajó, es víctima de un voraz incendio el cual la atemorizó, sufriendo un accidente dentro del siniestro, dejándola incapacitada para volver a los duros quehaceres de su trabajo, lo cual la llevan a tomar la decisión de volver a su hogar y ayudar a su madre.
Sus sufrimientos no cesaban, todo en su entorno le molestaba e irritaba, su familia, viendo su cada vez peor estado, la traslada a un hospital, estando allí aproximadamente dos meses sin experimentar ningún cambio en su estado de salud, es entonces que en 1919 pierde la visión, parte de la audición y la mitad de su cuerpo se paraliza. En la Navidad de 1922 empeora aún más, sufre un fuerte dolor de garganta imposibilitándola de ingerir alimentos, era cada vez muy normal que su cuerpo esté cubierto de llagas e incubando enfermedades como neumonía.
Lo maravilloso de todo y a pesar de todos los hechos desgraciados ocurridos en su vida, muy misteriosamente se curó de todos los males, ella dijo que un día en estado de éxtasis se le apareció un ser de luz, la cual era Santa Teresita, de la cual ella era devota.
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En el año 1926 en cuaresma, da comienzo la nueva etapa que le cambió la vida a Theresa, todos los viernes era una cita obligada con los estados de trance, en los cuales visualizaba los detalles de "La Pasión de Cristo", con una exactitud deslumbrante, según ella, éstos no estaban plasmados en los evangelios, los estados de éxtasis se daban de forma esporádica, los cuales duraban algunos minutos. Luego de estos, su estado mental era como la de un niño, luego pasaba a un estado de abundante alegría en el cual podía hablar en términos no habituales para el grado de conocimientos de Theresa, sus mensajes eran consejos muy puntuales de Nuestro Señor Jesucristo ó también predicciones de hechos futuros.
A los sucesos de los viernes, además de los estados de trance, se le manifestaban cada vez más las marcas de los estigmas como llagas con un pronunciado sangrado, tanto en las manos como en sus pies. A la sucesión de hechos se suma uno muy importante, durante los días de cuaresma, no probaba bocado alguno, sólo le era suficiente con la hostia sagrada, seguidamente, en las comunidades y ambientes cristianos llamó poderosamente la atención, convirtiéndose Konnersreuth, su pueblo, en un poderoso centro de concentración de peregrinos, los cuales dejando sus donaciones mejoró la situación económica familiar.
La sorprendente recuperación de Theresa tenía un tinte milagroso, pero los signos que se manifestaban no eran los que comúnmente acompañaban a un milagro, la iglesia en todo momento se mostró muy cauta, debido a que la "Sagrada Congregación de Ritos" no catalogaba los hechos como un verdadero milagro.
Los expertos en teología teniendo en cuenta registros como los de "San Juan de la Cruz" y "Santa Teresa de Jesús" entre otros, concluyeron que lo sucedido con Theresa no era suficiente como para declararlo un milagro y que las curaciones espontáneas de sus llagas podrían ser por causas naturales.
Nunca se pudo atestiguar ni a favor, ni en contra de las estigmatizaciones debido a que tanto Theresa como su familia, nunca permitió un estudio profundo por parte de la Iglesia, tampoco dejó que los médicos se le acercaran a poca distancia de su cama.
Las autoridades eclesiásticas recomendaban a la gran cantidad de peregrinos no acudir a Konnersreuth, mientras que Theresa continuaba sorprendiendo con sus inexplicables visiones y con una postura muy católica ortodoxa.
Gracias a sus visiones del futuro, fué muy respetada por Adolf Hitler, quién era muy creyente y practicante de las ciencias ocultas y dio la orden que no se la tocara. Predijo la asunción del Papa Juan XXIII, cuando Pío XII terminó su viaje 1958, se le preguntó a Theresa, ¿quién ascendería al trono papal?, ella, luego de una breve meditación dijo: "el ángel que viene del mar se sentará en el trono de Pedro, tomará el nombre de un Papa, que no fue Papa y reinará mas allá de mi tiempo", la profecía de la mística alemana, resultó ser sorprendentemente exacta.
Fué elegido cardenal Ángelo Roncalli, el nuevo pontífice tomó en nombre de Juan XXIII, centrándose en "Cossa" quien fuera cardenal en 1410, que tras ser elegido había tomado el nombre de Juan XXIII, pero en aquel entonces las elecciones no resultaron libres, tanto que 5 años después fue condenado por "simonía" (delito canónico, intercambio de cosas espirituales por cosas temporales), de esta manera, aproximadamente un siglo después, el Papa Roncalli elegía el nombre de un Papa que no había sido Papa y su pontificado fue mas allá del tiempo terrenal, Theresa murió en 1962, mientras que Juan XXIII concluyó su pontificado en 1963, en el 2004 Juan Pablo II la declaró sierva de Dios, el Obispo de Ratisbona, el actual Cardenal Müller, anunció la apertura del proceso de beatificación.