Termas de Fiambalá, Catamarca
El Noroeste Argentino posee unos paisajes maravillosos y el suroeste de la provincia de Catamarca, por supuesto, no se queda atrás.
Una mezcla de paisajes montañosos y de la puna, circuitos culturales y relax en su máxima expresión.
Fiambalá que en lengua de los pobladores significa “agua que penetra en la montaña”, es una pequeña localidad ubicada a muy pocos kilómetros de la ciudad de Tinogasta.
Sus termas se conjugan con un microclima benigno, sumándole la calidez de su gente, hacen que este destino sea ideal para visitar y disfrutar.
Las Termas de Fiambalá, ubicadas más precisamente a 320 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, se encuentran en una fantástica quebrada ubicada entre cerros multicolores a los pies de la Cordillera de los Andes y a 1.550 msnm, produciendo aguas termo-minero-medicinales.
Los viajeros pueden disfrutar de la tranquilidad, lejos del ruido y del ritmo estresante de las grandes ciudades, en una experiencia totalmente pensada en el bienestar y la salud, con todos los servicios necesarios para tener una excelente estadía.
Posee un total de 14 piletones en pendiente en los que se vierten casi naturalmente aguas termales de diferente temperatura. Los materiales utilizados para construir dichos piletones, poseen características ecológicas.
Las aguas que bajan de la montaña, tienen una temperatura que oscilan entre los 38° C hasta los 70°C y sus propiedades minerales las hacen altamente recomendadas por su poder curativo y medicinal.
La utilización de las termas, al día de hoy, se basa en métodos medicinales alternativos para solucionar problemas respiratorios, digestivos, circulatorios, reumáticos y de piel, ya que el agua es sinónimo de salud.
El lugar es recomendado por la mayoría de los médicos de Catamarca y la región, volviéndose popular en los últimos años, no solo para las generaciones de mayores, sino también jóvenes que buscan en sus aguas cálidas relajarse y olvidarse del stress.
Las aguas han sido clasificadas como: hipertermales, sulfatadas, débilmente cloruradas, alcalinas bicarbonatas y silicatadas, son sedantes y relajantes del sistema nervioso, desintoxican al organismo y tiene un efecto altamente positivo.
La pequeña ciudad de Fiambalá cuenta también con determinados atributos que hacen que la estadía se vuelva aún más placentera.
La zona posee una población de casi 3.00 habitantes, que se encuentran distribuidos a lo largo del pueblo y a ambos lados de la carretera que la comunica con Tinogasta.
La ruta 40 desde Belén nos lleva al desvío por la ruta 60 que se dirige directamente a las localidades de Tinogasta y Fiambalá, para luego llegar a la frontera con Chile por el camino conocido comúnmente como la Ruta de los Seis Miles.
Las ciudades más importantes para visitar, a parte de Fiambalá son Tinogasta y Londres.
Te contamos los lugares que podrás visitar, como complemento de tu viaje hacia Catamarca:
Ruinas del Shinkal de Quimivil: situado en las afueras de la localidad de Londres, sobre la ruta 40, las ruinas fueron uno de los principales asentamientos incas en la región durante los siglos XV y XVI.
El sitio arqueológico, ubicado en medio de los cerros, contaba con una plaza central y dos pequeñas lomas en sus costados, una de ellas utilizada para el culto a los dioses. Se conserva parte de las pircas perimetrales originales hechas de piedra.
En el centro se emplaza el llamado Ushnu, un gran trono de piedra.
El recorrido posee una duración de 1 hora aproximadamente.
En dicho lugar, en la actualidad se siguen realizando excavaciones para descubrir el cementerio y otras partes del asentamiento inca.
Además, podrás visitare un pequeño museo, donde se muestra una gran maqueta de lo que era el asentamiento en el siglo XV.
Ruta del Adobe es un recorrido por antiguas edificaciones coloniales, entre la localidad de Tinogasta y Fiambalá, sobre el Valle de Abaucán.
El adobe fue un material muy utilizado para las construcciones tiempo atrás, debido principalmente a que es un aislante térmico.
Ruta de los Seis Miles: La Ruta 60 desde Fiambalá hasta el paso internacional de San Francisco es conocida como la Ruta de los Seis Miles, se debe su denominación a la gran cantidad de montañas y volcanes que sobrepasan esta altura y que rodean el camino el cual se encuentra totalmente pavimentado hasta el paso fronterizo con Chile.
El paisaje es realmente impresionante, con las montañas con diferentes tonalidades que van desde rosados, verdes y amarillos, también se pueden divisar animales de la puna como vicuñas, guanacos, llamas y flamencos en las lagunas.
Los picos más altos son representados por los montes Ojos del Salado, Pissis, Incahuasi y Tres Cruces, todos tiene una altura mayor a 6.000 metros.
Debes tener cuidado con la altura, ya que se está transitando a más de 3.000 msnm e incluso se llega a los 4.5000 msnm.
Las dunas de Tatón y Saujil: por la ruta 34 se llega a las localidades de Saujil, Medanitos y por último Tatón. Estos pueblos tienen una particularidad en común, las grandes dunas de arena que se insertan en el paisaje montañoso.
Las dunas se ubican a más de 2.000 metros de altura, y son las más altas del continente y son recordadas por muchos porque el rally Dakar ha pasado por estos paisajes.
El deporte que se practica en este lugar es el sandboard, es más, se pueden alquilar las tablas en Fiambalá, y los recorridos en cuatriciclo.
A su vez, para poder observar y admirar las dunas, podes visitar el Cristo Redentor en Medanitos, el cual se ubica en la cima de un cerro y se accede mediante un camino de ripio en forma ascendente.
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Fuente: fiambala.com.ar, Turismo en Argentina, Rutadelmate, Catamarca Dron, Telediario Argentina.