Síndrome de piernas cansadas.

Gran parte de la sociedad siente piernas cansadas, pesadas y con mala circulación, especialmente cuando llega el buen tiempo. Con el calor, las piernas, incluidos los tobillos, se hinchan más fácilmente y se sienten más cansadas.

Las piernas cansadas también pueden causar dolor, calambres y molestias. Si esto ocurre ocasionalmente, los síntomas pueden resolverse fácilmente con reposo o movimientos suaves, pero la pesadez puede ser el resultado de una afección que requiera tratamiento.

Circulación sanguínea deficiente.

La mala circulación tiene mucho que ver con las piernas cansadas. Juan José Vidal Insua, médico especializado en angiología y cirugía vascular del Hospital Vithas Vigo, explica que la circulación se compone de dos conceptos diferentes: la circulación arterial, que proporciona alimento a los músculos de las piernas y nos permite caminar sin parar durante breves períodos, y la circulación venosa, que es el retorno de la sangre que ya ha cumplido su función de circulación por las venas.

La circulación puede mejorarse de distintas formas:

Cada dos horas, levantarse y caminar por al menos cinco minutos, ya sea para ir al baño o para beber agua.

Realizar actividades físicas con regularidad, que duran al menos una hora y se realizan aproximadamente tres veces por semana.

Tener los pies más altos que el resto del cuerpo con una almohada alta.

Durante el día, consumir algo saludable, evitando los refrescos y optando por agua, leche y jugos naturales. Los zumos naturales son excelentes remedios caseros que ayudan a la circulación sanguínea, actúan como antiinflamatorios mejorando el paso de sangre por las arterias: piña y jengibre, sandía y limón o remolacha y naranja.

Masajear la zona también ayuda, y algunos tratamientos son necesarios si se quieren tener un buen flujo sanguíneo.

Las causas de una mala circulación pueden ser genética, colesterol alto, obesidad, embarazo o malos hábitos como fumar, comer mal y no practicar ejercicio. La buena noticia que todo menos la genética tiene solución.

Factores que contribuyen al síndrome.

Las causas de las piernas cansadas pueden ser diversas, y hay varios factores que pueden predisponer a una persona a experimentarlo:

Edad: diversos estudios han demostrado que las enfermedades venosas alcanzan el 60 % de las personas mayores de 65 años.

El género: las enfermedades venosas son mucho más comunes en las mujeres, hasta cinco veces más. Además, si una mujer toma anticonceptivos orales o está embarazada, esta dolencia puede empeorar.

La altura: el cuerpo de las personas más altas se esfuerza más contra la gravedad para bombardear la sangre desde las piernas hasta el corazón, lo que aumenta el riesgo y la tensión en las venas.

Componentes hormonales y genéticos: las piernas cansadas son más comunes en las personas con tejido conectivo laxo, con tendencia a aflojarse o a estirarse demasiado.

Estilo de vida sedentario y falta de actividad física: además, se incluyen problemas de sobrepeso, que pueden agravar la enfermedad porque el aumento del tejido adiposo en las piernas impide un bombeo adecuado de la sangre.

Trabajo: las piernas cansadas pueden ser causadas por estar demasiado tiempo de pie o sentado. Profesionales de la peluquería, enfermeros, asistentes de vuelo o eventos, oficinistas, chóferes son algunos ejemplos.

Ropa y zapatos apretados: la insuficiencia venosa puede ser causada por el "efecto torniquete" cuando se usa con frecuencia ropa ceñida.

Temperatura: las personas en riesgo se les recomienda entrar en contacto prolongado con fuentes de calor como saunas o exposiciones al sol porque un exceso de calor puede promover la dilatación venosa.

Para evitar problemas más graves, es importante tratar de prevenir los síntomas de cansancio en las piernas. La insuficiencia venosa puede provocar hemorragias internas o trombosis debido a su naturaleza vascular.

Alimentos y piernas cansadas.

Debemos pensar en lo que comemos para entender por qué nuestras piernas se sienten cansadas. La dieta tiene un impacto directo en la energía de nuestro cuerpo, por lo que debemos prestar atención a esto una vez que descubramos las causas de una mala circulación.

Según la nutricionista María Eugenia Fernández, es importante evitar los alimentos que contienen mucho sodio e incorporar alimentos que ayuden a disminuir el gasto de agua en nuestra dieta. Estas son frutas y verduras en particular, que ayudan a eliminar el exceso de agua de nuestro cuerpo a través de la orina. Según esta, si deseamos incorporarlos en nuestra dieta diaria, podemos optar por alimentos que se consideren diuréticos naturales, como peras, pepinos, remolachas, apios, sandias o espárragos.

Otros alimentos que mejoran la circulación y, por lo tanto, combaten las piernas cansadas, son el ajo, que tiene un efecto anticoagulante; el limón, que aumenta la elasticidad; y la uva negra y los arándanos, que tienen antioxidantes y vitamina C, también ayudan a mejorar el tono venoso.

Las nueces son antinflamatorias y contienen vitamina B3 que mejora la circulación, además de ser ricas en propiedades como la cúrcuma y la cola de caballo; el jengibre y los chiles contienen capsaicina, que promueve el riego sanguíneo y regula la actividad cardíaca.

Ejercicio.

Los expertos en ejercicio dicen que puede ser normal sentir cansadas las piernas después de hacer mucho ejercicio, especialmente cuando se hace más ejercicio de lo normal. Eso sí, los músculos, incluidos los de la parte inferior del cuerpo, no pueden recuperarse adecuadamente sin un descanso adecuado. Las piernas pueden sentirse cansadas y pesadas si hacen ejercicio demasiado duro o sin descansar.

Los síntomas relacionados con las piernas cansadas y pesadas también son más comunes entre las personas que están de pie todo el día para trabajar. Estas personas deben tomar descansos más frecuentes, pero no dejar de hacer ejercicio si es posible. Los deportes de bajo impacto, por ejemplo, son ideales para mejorar el estado de nuestras piernas. Esto incluye natación, "aguagym" y yoga, así como patinaje y "spinning", ideales para el calor.

También es fascinante crear baños contrastantes, que son una solución tradicional y efectiva. Un baño contrastante puede mejorar la circulación y aliviar las piernas cansadas al alternar entre agua caliente y fría.

Este ritual sencillo puede ayudar a revitalizar las piernas, el cambio de temperatura mejora el flujo sanguíneo y reduce la sensación de fatiga.

Fuentes:

ABC Bienestar, teva, Hospital Clínica Biblíca, CinfaSalud, FisioOnline.