¿Ser o no ser piloto de avión?
Nací en Buenos Aires hace unos cuántos años, estudié, me casé, crié dos maravillosos hombres y armé mi propio negocio de servicios inmobiliarios. De chica la televisión era algo mágico, papá cabeza de familia era quien administraba lo que se veía en pantalla. Recuerdo, entre otras noticias, la llegada de Rusia al espacio en el 61 y el mismo año, los EEUU con el Proyecto Mercury que tuvo como resultado la órbita a la tierra 2 veces. A través de la caja boba - nos informábamos - o la boba era yo.
Con esa inocencia a los 8 años le dije a mi papá que quería ser astronauta y él me contestó animoso que para ello primero tenía que ser piloto. Ahí me hizo click la cabeza. Fiel entusiasta de las historias de mujeres aviadoras y el rol de la mujer empoderada entre tanto hombre por aquella época. El amor por los aviones se despertó bastante después.
Siempre me tiró la costumbre escuchar historias aviadoras e imaginar ver pasar aviones. Me visualizaba piloteando. Cazando horizontes. Postergué mi sueño de aprender a volar, sin embargo, mi vida cambió por completo cuando experimenté en carne propia lo que era subirse a un avión ¡Quedé encantada!
Costó bastante, no fué fácil, pero tampoco imposible. Administrar los tiempos con mi familia y el trabajo, sin embargo, la pasión era mi motor, no me di por vencida. Mis hijos me apoyaron y dí el puntapié inicial. Tenía en claro lo que quería - quería ser piloto. Me acerqué a muchas escuelas, escuché a varios con la oferta y el plan de estudio pero sólo en Fly West me sentí cómoda, escuchada, asesorada y lista para comenzar.
Me guiaron desde el minuto uno. Al caer la tarde no había diferencia entre estudiantes e instructores, éramos compañeros cómplices, todos con la misma pasión y el mismo sueño. Me animé y lo logré. Pensar que puedo nombrar a todos los que influyeron sobre mí en el trayecto sería egoísta y seguramente olvidaría alguno de los que me brindaron su generosa sabiduría e incondicional apoyo. A todos ellos, que saben quienes son, mi gratitud eterna. Así es cómo desde Fly West - salí con todas las instrucciones y bases para abordar éste gran camino que me llevó a ser parte de ésta atrevida actividad.
Si pensaste alguna vez en volar, “hacélo” no te arrepentirás.
Arq. Viviana Inés Perrone
Viviana Perrone Propiedades
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