Salvador Dalí y su icónico bigote "extremadamente agresivo".

"Mi bigote es... extremadamente puntiagudo y agresivo". Lúdico y desafiante, el bigote de Salvador Dalí no era sólo un vello facial, sino una atrevida expresión artística. Durante una entrevista exclusiva con la BBC, el artista surrealista reveló el misterio detrás del bigote más icónico del mundo.

En 1955, Salvador Dalí, el pintor español, que cumpliría 120 años esta semana, fue entrevistado por el experimentado presentador Malcolm Muggeridge en el programa Panorama de la BBC, donde discutió acerca de su icónico bigote y su relevancia en su identidad artística.

Muggeridge reconoció que debería consultar al conocido surrealista acerca de las extrañas imágenes de sus sueños que lo hicieron famoso, pero la tentación de los llamativos y extravagantes bigotes de Dalí era demasiado fuerte para resistirse.
Lo que vino después fue una entrevista surrealista adecuada para un programa de la BBC conocido por sus documentales de investigación sobre temas de actualidad.

"Quiero hacerte la primera pregunta – debería ser sobre arte moderno, pero no puedo resistirme – noto una encantadora frivolidad en ti que me lleva a preguntarte – ¿Cómo lograste crear esos maravillosos bigotes?" - dijo Muggeridge.

"El bigote de Marcel Proust era un tanto triste y nostálgico, mientras que mi bigote, por el contrario, es muy alegre, puntiagudo y agresivo" - Salvador Dalí.

"Sin embargo, en la actualidad empleo un artículo auténtico y de alta calidad, disponible en la Place Vendôme, la cera Pinaud de Hungría, una reconocida marca francesa con una trayectoria que se remonta a 1810. Ya es muy famosa esta cera". Marcel Proust, el novelista francés, utiliza lo mismo.

"El empleó esta cera pero la utilizó de forma distinta o de una manera triste...." Un poco triste y nostálgica. Mi bigote, en cambio, es bastante alegre, muy puntiagudo y muy agresivo.

Muggeridge continuó insistiendo al artista para que le contara más acerca de su vello facial que desafía la gravedad, y descubrió que lo limpiaba todas las noches para que se suavizara y cayera durante la noche, un proceso que tomaba tres minutos cada mañana, y cómo su bigote le servía como herramienta práctica para su "inspiración".

Muggeridge no fue el solo en quedar fascinado por los llamativos y audaces bigotes del artista. El bigote encerado caricaturizado de Dalí, que era un sinónimo del propio artista, se había transformado en una leyenda.

Desde los años 30, Dalí siempre había llevado un bigote prominente, influenciado por el estilo de Adolphe Menjou, un actor estadounidense en ese entonces.

Conforme iban pasando los años, el bigote del artista continuaba creciendo, según lo expresaría Dalí en un libro de fotografías dedicado a su vello facial en 1954, comparándolo con el poder de su imaginación.

Durante los años 40, permitió que sus bigotes crecieran y los peinó hacia arriba en alturas cada vez más llamativas, recordando a otro pintor español anterior, Diego Velázquez. La distintiva barba de Dalí fue una valiente forma de expresión, representando rebeldía, originalidad, falta de respeto, singularidad y absurdo.

"Su bigote alcanzó un nivel de elaboración tan meticuloso como su proyección pública: sus formas exageradas desafiaban a los observadores de la misma manera que lo hacían sus obras de arte".

Pocos artistas se me ocurren que hayan buscado la fama y la fortuna de manera tan agresiva como Salvador Dalí. "En el documental Art de la BBC del 2022", el historiador de arte David Dibosa mencionó que la marca se promocionó abiertamente utilizando todos los medios disponibles.

"Al igual que sucede con todas las marcas, es imprescindible contar con un logotipo que sea fácilmente identificable para lograr un éxito genuino".

Ya sea enrollado en forma de ocho, decorado con flores o atado con un lazo, su bigote se convirtió igual de elaborado que su imagen pública. Igual que en sus obras artísticas, las curvas exageradas de ella desafiaban a los espectadores a reflexionar sobre las convenciones y su propia realidad, confrontándolos con lo absurdo.

Ayudó a fortalecer su reputación en la mente del público, una representación visual llamativa del espíritu excéntrico, teatral e irreverente que caracterizó la personalidad artística de Dalí.

A veces utilizaba su bigote como pincel o lo incluía en sus pinturas, como en Autorretrato con tocino frito, difuminando la línea entre el arte y la vida, lo serio y lo cómico, lo real y lo surrealista.

En cuanto a las marcas artísticas, ha mostrado ser increíblemente perdurable. Su forma de arte inusual ha sido utilizada para decorar diferentes objetos, desde joyas hasta tazas de café, y también fue plasmada en un avión 757 de Delta Air Lines en 2010. En el año en cuestión, una encuesta de Movember descubrió que el bigote más famoso de todos los tiempos había sido el más popular.

En un final surrealista apropiado, que muestra la persistencia de su estilo juguetón, al exhumar el cuerpo de Dalí en 2017 para una prueba de paternidad, sus famosos bigotes seguían perfectamente intactos, recordando a las manecillas de un reloj marcando las 10.10, casi treinta años después de su fallecimiento en 1989.

"Estaba ansioso por verlo y me quedé completamente sorprendido", expresó Narcís Bardalet a la emisora de radio española RAC1, quien había sido responsable de embalsamar el cuerpo de Dalí.

"Se sintió como un milagro... su bigote se manifestó puntualmente a las 10 y 10".

Fuente:

BBC Archive.