Pueblo azul. Chefchaouen. Marruecos mágico

Marruecos

Azul…me resuena ese color en la cabeza y me dieron unas ganas inmensas de unirme a una historia de viajes en la que pueda comenzar a decir: Había una vez un pueblo donde todo era azul.

Sobre todo y exactamente eso quería, sabía que en alguna parte del mundo existía un lugar soñado cuyo color transmitiera esa calma que sólo puede reflejar el mar.

Hurgando entre mis conocidos que tienen un montón de millas recorridas - y además un pasaporte bellamente sellado, llegué a lo que buscaba: Marruecos es mi intento de lugar en el mundo (al menos intento temporal).

Chefchaouen, el pueblo azul.

Ese pueblo azul que tanto me llamaba la atención está situado en el norte y se llama: Chefchaouen ¡Oh, qué difícil pronunciarlo! ¿Te imaginás tomar un taxi y pedir que te lleven a ese lugar y dicho con acento rioplatense? ¡Santo cielo!

Para empezar a pasear por esta divinidad es indispensable que ingreses por la puerta principal. Este acceso se dispone con un arco de entrada situado al sur de la medina, el cual encuentras en la calle principal que cruza esta pequeña ciudad marroquí de oeste a este.

Ten en cuenta que Chefchaouen no es un pueblito perdido en el medio de Marruecos, ¡no!, es una ciudad con unos 40.000 habitantes y cumple la función de capital.

Puesto que desde el arco de entrada de la medina de Chefchaouen debes subir por el estrecho callejón que al final te va a llevar al centro neurálgico, es decir: la plaza Uta el-Hamman.

Esa calleja es una gran tienda de regalos en la que encontrarás ropa y artesanías.

El verdadero Chefchaouen

Finalmente, en el paseo por las calles de la parte alta de la medina descubrirás el verdadero encanto de Chefchaouen, pues no solamente te toparás con tiendas sino que también tendrás el honor de interactuar con sus habitantes, ya que esta zona es zona residencial.

¡Ay de esas bellas escalinatas, pasajes con arcos, patios interiores…ahí está la atracción de este pueblo azul que parece salido de un cuento!