Pakistán: “hay un océano por todos lados”.
Las autoridades estimaron que un tercio del territorio ha sufrido los temporales e inundaciones debido a las lluvias monzónicas. Este lunes Pakistán realizó un gran operativo de rescate, mientras la respuesta internacional empieza a llegar, para hacer frente a las inundaciones, las cuales han causado al menos 1.061 muertos.
“No tiene precedente en 30 años. Hay un océano de agua por todos lados”, expresó el Primer Ministro, Shehbaz Sharif.
Más de 33 millones de habitantes, se han visto afectados por las inundaciones y cerca de un millón de viviendas han quedado destruidas o dañadas. Según el informe de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), al menos 1.061 personas fallecieron desde el inicio del monzón en junio, 28 de ellas en las últimas horas. Los rescatistas intentan acceder al norte del país, a la zona montañosa, donde se encuentran los pueblos aislados.
El monzón es esencial para el riego de plantaciones y la reposición de los recursos hídricos del subcontinente indio, aunque muchas veces trae consigo catástrofes y destrucciones. Desde junio a septiembre se considera la duración del mismo.
“Monzón monstruo de la década”, lo calificó la Ministra del cambio Climático, Sherry Rehman.
Los paquistaníes aseveran que esto es producto del cambio climático y aseguran que el país sufre las consecuencias de las prácticas irresponsables y contaminantes de otras partes del planeta.
En el año 2010, un monzón produjo la muerte de 2.000 personas y causaron la inundación de casi una quinta parte del país.
“Nuestras plantaciones se expandían a lo largo de 2.000 hectáreas, en las que se sembraba el arroz de mejor calidad, que ustedes y nosotros comemos. Todo esto se acabó”, relató un agricultor, Khalil Ahmed de 70 años.
No quedan más que casa dañadas, escombros y montañas de pertenencias que se vislumbran entre el agua. Un poco más al norte, las viviendas se fueron derrumbando de a poco, tras casi dos semanas de intensas e incesantes lluvias.
“Mientras nos apresurábamos a tratar de salvar a los niños en una casa que acababa de derrumbarse, otra casa se cayó, y luego otra. Todo el pueblo ha sido borrado”, contó Mukhtiar Ahmed.
La NDMA indicó que más de 80.000 hectáreas de tierras cultivables habían quedado devastadas, y más de 3.400 km de carreteras y 157 puentes arrastrados por el agua.
Alimentado por riachuelos y torrentes desbordados por las fuertes lluvias, el Indo está al borde de salirse de su cauce.
“No hay ninguna zona de aterrizaje o para acercarse disponible. Para nuestros pilotos es difícil aterrizar”, declaró un responsable militar.
La logística de rescate en helicópteros se ve afectada en la zona norte, debido al relieve, ya que son zonas de montañas elevadas y profundos valles.
El Gobierno decretó el “estado de emergencia” y pidió ayuda a la comunidad internacional. Ayer domingo llegaron los primeros vuelos con ayuda humanitaria, procedentes de Turquía y Emiratos Árabes Unidos.
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Fuente: Infobae, DW Español, Euronews.