Machismo y misoginia en el secundario: El futuro puede ser peor
La denuncia de un grupo de alumnas egresadas recientemente del Colegio Nacional de Buenos Aires es una cachetada al sentido común.
En el acto de graduación, tres jóvenes revelar una profunda trama de abusos, machismo y misoginia en el corazón de una de las escuelas más importantes en la formación de futuros hombres y mujeres que suelen tomar las riendas dirigenciales de importantes instituciones del país.
Lo hicieron durante poco más de 10 minutos, tiempo durante el cual la estupefacción de los presentes por la denuncia pública terminó trascendiendo el recinto.
En total, unas 20 adolescentes de la última camada de egresados 2016/2017 decidieron hacer pública la trama tejida en el seno del Colegio Nacional de Buenos Aires.
"Año 2015. Tenemos 15 0 16 años. Subimos las escaleras para llegar al aula y nos encontramos con (el) preceptor. Nos ofrece su servicio de masajes, evalúa junto con nuestros compañeros cuál es el mejor c... del año y les comenta cómo se gar... a una de nuestras compañeras. También hay besos y manoseos que nos incomodan".
Estas palabras son parte del crudo relato que las jóvenes decidieron hacer ante la comunidad educativa de la institución.
Con nombres y apellidos, las salientes alumnas mencionaron a un regente, un preceptor, un profesor de matemática, uno de historia, uno de informática y otro de educación física y dos vicerrectores.
Pero el escándalo es todavía más amplio: una treintena de varones también egresados optaron por no estar presentes en la entrega de diplomas.
¿El motivo?
La supuesta disidencia de los alumnos con sus compañeras por la decisión de revelar la trama de violencia, discriminación, homofobia, denuncia de poder y demás hechos que lo tendrían como coprotagonistas.
La discusión queda abierta.
¿Por qué las jóvenes no hicieron la denuncia en su momento?
¿Qué postura debe tomar el colegio Nacional de Buenos Aires?
¿Hasta qué punto lo denunciado por las jóvenes no es más que una cultura machista que perdura en nuestra sociedad?
Muchas preguntas para algunas sospechas.
Que el tan usado discurso de que todo lo joven que nos suceda en la vida mejorará lo hecho en el pasado puede ser puro deseo y poca realidad; en este caso la valentía de las alumnas contrasta con el machismo anquilosado en sus jóvenes compañeros de cursada.
Que la cultura patriarcal convive con nosotros y que aún existen hombres y también mujeres que entienden que el género es razón para subestimar y menosprecias al otro o a la otra.
Lo joven es nuevo pero no necesariamente es bueno, si no se plantea una educación a la altura del futuro que nos merecemos.
Y que la educación, si solo se ocupa de transmitir contenidos sin valores, será una educación que poco nos enseñará más allá de los conocimientos aprendidos.