Los Roques, Venezuela. Día 2, Cayo Crasqui

Otro día de la travesía visitando otro espectacular lugar de los que este archipiélago nos puede ofrecer. Alta era la expectativa luego de la visita Francisqui , pero la verdad es que Cayo Crasqui lo superó ampliamente.

Este cayo tiene una arena suave como la harina y el turquesa de sus aguas, rivaliza y le gana a cualquier otro turquesa de la zona. Crasqui o también conocido como Krasky, posee más de un kilómetro y medio de playa, nunca dada la capacidad de hospedaje de la isla y la cantidad de excursiones para realizar, está atestada de gente, salvo algún que otro fin de semana, cuando el turismo local se anima a los precios de Los Roques

Tal y como parece ser el común denominador de estos cayos, Krasky también posee su piscina natural, y amplias áreas de arrecifes a un par de brazadas de distancia. Yendo hacia la punta norte en dirección de la piscina natural, nos podemos encontrar con las famosas montañas de botutos, el caracol típico de la zona, el cual ya está prohibido pescar y que fuera alimento y objeto de comercio de los prehispánicos habitantes de la zona, los Valencioides,  quienes se sospecha que fueron los autores de estas montañas de caracoles que se pueden ver en varios de los cayos. Krasky es un cayo de una belleza única, que no puede dejar de ser visitado, sobre todo para los amantes de las playas tranquilas.

Otro dato, Crasqui es uno de los pocos cayos que posee restaurante y un bar aunque les debo los precios, dado que nosotros llevamos nuestra Cava (Heladera) con nuestras viandas como es uso y costumbre en Los Roques. También tiene un campamento muy rústico donde los más aventureros pueden despertarse con el canto de las gaviotas en carpas o en unas tolderías muy cool. Yo paso.

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