"Langya henipavirus": alerta mundial.
Se trata del Langya henipavirus, debido al aumento de casos, el gobierno de China está vigilando su propagación, donde se han registrado hasta el momento 35 casos.
El alerta por el COVID-19 aún persiste dos años después del primer caso, el brote de la viruela del mono sigue propagándose en diferentes países; ahora un nuevo virus aparece.
El virus se detectó por primera vez en 2018 en las provincias nororientales de Shandong y Henan, pero no se identificó hasta la semana pasada, después que este país comenzara a experimentar un paulatino aumento de casos, que por el momento ascienden a 35.
Según el Instituto de Microbiología y Epidemiología de Pekín, los casos de virus Langya se constataron después que los médicos examinaran a varios pacientes que presentaban fiebre y declaraban haber estado expuestos a animales en el este de China.
En una de las muestras de garganta, tomada a un paciente, identificaron el virus Langya y los investigadores descubrieron la presencia de este, en 35 personas, las mismas en su mayoría son granjeros de las provincias antes mencionadas.
El virus Langya forma parte de la familia de los virus mortales Nipah y Hendra.
“Esta familia de virus es muy peligrosa, y se calcula que el Nipah tiene una tasa de mortalidad de entre el 40% y el 75%, mucho más alta que la tasa de mortalidad registrada por el COVID-19”, asevera la Organización Mundial de la salud (OMS).
Todos los pacientes que han contraído este virus, han presentado y experimentado síntomas leves parecidos a la gripe, y todavía no se han registrado víctimas mortales, es por ello que su peligrosidad no está clara hasta el momento.
Un estudio chino de 2008, revela que los virus de los hepinavirus están presentes de forma natural en los murciélagos frugívoros pterópidos (zorros voladores) y los micromurciélagos de varias especies, pero, aun así, otros estudios han encontrado otros hepinavirus en roedores y musarañas.
Los síntomas más comunes son: fiebre, fatiga, pérdida de apetito, dolor muscular, tos, náuseas, dolor de cabeza y vómitos. Algunos casos han presentado signos de daño hepático y renal, pero ninguno falleció por estas causas.
La transmisión se realiza desde un animal a un ser humano, ya que ninguno de los pacientes infectados ha tenido contacto con otro paciente, según creen los expertos la transmisión del virus a de los animales a los humanos sigue siendo esporádica.
Lo que aún resta por determinar y por lo cual se sigue investigando hasta el momento es: que animales en realidad participaron en la transmisión, creando una sospecha sobre las musarañas.
Entre las 25 especies de pequeños animales salvajes estudiadas, el genoma del virus se detectó en las musarañas, ya que el 27% de las 262 examinadas albergan el virus, lo cual indica que este pequeño animal puede ser un reservorio natural del virus Langya, según el descubrimiento de los científicos de Microbiología y Epidemiología.
En la actualidad no existen vacunas para humanos contra los henipavirus, pero si existe contra el virus de Hendra para caballos.
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Fuente: América TV, Telemadrid, El Mundo, RTVE, Euronews.