La guerra en Ucrania continúa con un enorme costo humano.
El 7 de junio, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó el derrumbe de la presa de Nova Kajovka como un "acto de barbarie" y "catástrofe", el colapso de la presa ha causado una inundación en la zona y ha dejado a miles de personas sin agua potable y electricidad.
Las autoridades prorrusas han advertido del riesgo de epidemias debido a la inundación de cementerios y la muerte de animales, el número de evacuados a ambos lados del Dniéper asciende a 5.900.
El Gobierno ucraniano cifra en 1.450 personas las evacuadas hasta el momento y en unas 10.000 las hectáreas de terrenos agrícolas anegadas, además, al menos 20.000 hogares y empresas están sin luz y "cientos de miles" de afectados no tienen acceso a agua potable.
La guerra ha causado graves violaciones del derecho internacional humanitario, entre ellas homicidios ilegítimos de civiles, lesiones a la población civil, destrucción de infraestructura y una ingente crisis de derechos humanos, humanitaria y de desplazamiento que tiene todos los matices de ser la peor catástrofe de este tipo de la historia reciente de Europa.
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha sido un tema de gran interés en los últimos años. Desde la invasión de Crimea en 2014, el conflicto ha evolucionado y se ha intensificado, con la guerra del Dombás como uno de sus principales escenarios.
En respuesta a la invasión rusa, la UE ha adoptado un conjunto de sanciones, y el gobierno español ha aprobado el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania. En cuanto a las medidas tomadas por el gobierno ucraniano para enfrentar el conflicto, se han llevado a cabo negociaciones con el gobierno ruso para detener la agresión militar, sin embargo, las tentativas previas no han tenido éxito y el conflicto continúa.
Además, el gobierno ucraniano ha recibido apoyo de la comunidad internacional, incluyendo la UE y Estados Unidos.
La guerra en Ucrania ha tenido un impacto significativo en la economía del país y en la economía mundial en general. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, Ucrania perderá al menos un tercio de su PIB en 2022 debido a la guerra.
El conflicto, ha ensombrecido las perspectivas de una recuperación económica pospandémica para las economías emergentes y en desarrollo de la región de Europa y Asia central, según el Banco Mundial. La economía de la Unión Europea también ha sentido el impacto de la guerra, con un aumento en los precios de la energía que ha llevado la inflación a máximos históricos.
Otros de los afectados fué el comercio global, especialmente en el ámbito de las materias primas y la energía. En definitiva, la guerra en Ucrania ha tenido un impacto negativo en la economía del país y en la economía mundial en general.
La presa de Nova Kajovka en Ucrania ha sufrido una rotura, lo que ha provocado inundaciones río abajo. Tanto Rusia como Ucrania se culpan mutuamente por el daño, Ucrania acusa a Rusia de haber destruido la presa, mientras que el Gobierno de Vladímir Putin niega ser el responsable y asegura que se debe a su deterioro después de meses de combates en la zona.
Estados Unidos aún está evaluando qué país es responsable de la voladura de la presa, la rotura ha provocado la inundación de las inmediaciones y se está evacuando de urgencia a la población.
La presa actuaba como puente entre la zona controlada por Kiev y la ocupada por las tropas de Putin.
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Fuente: DW español, BBC news mundo, Cnn español, El País.