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Hígado graso: obesidad y alcoholismo.

Afecta a hasta un 46 % de las personas adultas en los países occidentales desarrollados.

Hígado graso: obesidad y alcoholismo.
Imagen ilustrativa.

La acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en las células hepáticas se conoce como enfermedad de hígado graso. Existen dos categorías:

La causa más común de hígado graso no alcohólico es la obesidad, ya que la grasa se acumula dentro de las células hepáticas. Sin embargo, existen otras causas que pueden provocar esta enfermedad, como el estrés oxidativo, la producción y liberación de proteínas inflamatorias tóxicas o la necrosis o muerte de las células hepáticas.

El hígado graso por alcohol, también conocido como esteatosis hepática alcohólica, es una enfermedad causada por el consumo excesivo de alcohol. La mayor parte del alcohol se descompone en el hígado, pero al hacerlo, se liberan sustancias perjudiciales para las células del hígado, lo que causa inflamación y debilita las defensas naturales del cuerpo.

Señales de hígado graso.

Dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general y fatiga crónica son algunos de los síntomas de esta enfermedad. Sin embargo, muchos pacientes no tienen síntomas, pero son diagnosticados cuando se realiza un examen de imagen como una ultrasonografía o una tomografía computarizada solicitadas por otros motivos.

Sin embargo, es mejor realizar un análisis de laboratorio para evaluar el grado de lesión del hígado a través de las llamadas enzimas hepáticas o transaminasas, ya que estos exámenes de imagen no siempre pueden determinar esta patología.

¿Cuáles son los factores que contribuyen al hígado graso?

Aún no se ha descubierto con precisión por qué ciertos pacientes acumulan grasa en el hígado mientras que otros no. Además, hay otro factor crucial: la inflamación en algunos hígados grasos, que puede conducir a una cirrosis. Sin embargo, hay ciertos rasgos que comparten ambos tipos de hígado graso: la obesidad o el sobrepeso, la resistencia a la insulina, que es cuando las células no procesan el azúcar en respuesta a la hormona insulina, un nivel elevado de glucemia (hiperglicemia) que indica prediabetes o diabetes tipo 2 y/o niveles altos de grasas. en la sangre, especialmente los triglicéridos.

¿Es posible evitarlo?

La mayoría de las veces, la enfermedad del hígado graso se puede prevenir porque los hábitos y el estilo de vida de los pacientes la causan. Por lo tanto, una forma de evitarlo es cambiar el estilo de vida y adoptar una dieta saludable que incluya una dieta variada, equilibrada y baja en grasas. Es fundamental eliminar por completo el alcohol de la dieta porque el alcohol es otro de los factores que dañan el hígado.

La práctica regular de ejercicio aeróbico, como correr o caminar, ayuda a quemar grasas.

¿Cómo funciona el tratamiento?

No hay una cura para este tipo de enfermedad, pero perder peso, hacer ejercicio regular y seguir una dieta saludable pueden reducir la grasa en el hígado. Además, es necesario controlar el colesterol, la diabetes y otros factores relacionados con la acumulación de grasa en nuestro cuerpo.
La cirugía bariátrica también se puede utilizar en casos extremos de obesidad severa.

Hígado graso, una enfermedad relacionada con la obesidad.

Cuando se acumula un exceso de grasa en este órgano, se produce el hígado graso, en algunos casos, el paciente tiene una enfermedad leve con poca inflamación o hepatitis. Sin embargo, en otros casos, puede desarrollarse como fibrosis hepática y cirrosis, aumentando el riesgo de hepatocarcinoma.

Por lo tanto, la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar hígado graso.

Existen otros condicionantes, como pueden ser los siguientes:

Hipertensión arterial.
Enfermedades cardiovasculares.
Altos niveles de lípidos en sangre: como el colesterol o triglicéridos.
Toma de fármacos quimioterápico o antiarrítmicos.
Diabetes, especialmente la diabetes mellitus.

Diagnóstico.

Debido a que los síntomas no aparecen en las primeras fases del hígado graso, el diagnóstico de hígado graso suele ser inesperado. Se realiza a través de análisis de sangre y ecografía abdominal.

El paciente tiene un mayor riesgo de mortalidad cuando el diagnóstico se hace tarde porque tiene cirrosis hepática o fibrosis avanzada.

No obstante, es común que un diagnóstico realizado en una etapa temprana tenga una predicción favorable. En cualquier caso, es recomendable que los pacientes obesos y diabéticos realicen revisiones periódicas para un diagnóstico oportuno de hígado graso y para evaluar la fase de la enfermedad mediante técnicas no invasivas.

Tratamiento.

El tratamiento se lleva a cabo en dos pasos simultáneos. Por un lado, el paciente debe comenzar a perder peso siguiendo una dieta controlada por un experto y practicando ejercicio. Y, por otro lado, los factores de riesgo mencionados anteriormente deben ser tratados.

En la actualidad, no hay métodos específicos para eliminar la grasa hepática, sin embargo, se están creando nuevos fármacos con características antiinflamatorias, antifibróticas y de sensibilización a la insulina.

En cualquier caso, es crucial fomentar hábitos de vida saludables, tratar las afecciones relacionadas con el hígado graso y diagnosticar enfermedad hepática grasa no alcohólica en las personas en riesgo.

Los peligros del hígado graso para la salud.

El hígado graso es el depósito de grasa en las células del hígado. Las células hepatocitos, que son las más abundantes y realizan las funciones más específicas de la glándula, son el tipo de células que contienen este depósito de grasa.

Estas células siempre tienen grasa almacenada, que representa hasta el 10% de la grasa total del cuerpo, pero cuando esta cantidad se eleva, hablamos de esteatosis hepática, que es una condición de hígado graso.

El acumulado de grasa es solo cuando hay exceso; pero la función hepática no está alterada. Es importante tener cuidado, ya que la acumulación de grasa puede dañar la célula hepática y causar la destrucción e inflamación de la zona cercana, lo que puede provocar la esteatohepatitis (hepatitis causada por la rotura de la célula hepática debido al exceso de grasa).

¿Cómo puedo saber si mi hígado tiene problemas?

El dolor por debajo de las costillas del lado derecho, el cansancio y el malestar general son los síntomas principales del hígado graso.

En sus etapas iniciales, rara vez muestra síntomas, incluso en fases avanzadas, lo que aumenta la probabilidad de no ser detectado a tiempo y que se descubre que el hígado ya ha sufrido daños irreversibles, como fibrosis o cirrosis.

Fuentes:

Hospital Cruz Roja Córdoba, Topdoctors, Omron Healthcare LATAM, Hacia un Nuevo estilo de vida, Televisión Pública.