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Grosseto, ejemplo de turismo sostenible.

La ciudad italiana que es admirada por el mundo entero.

Grosseto, ejemplo de turismo sostenible.

Grosseto, con su centro histórico, una reserva natural salvaje y playas a sus puertas, parecía haber quedado fuera del mapa turístico, con solo unos pocos extranjeros e italianos visitando, a pesar de la obsesión mundial por la Toscana como destino vacacional y de la cercanía de Florencia y Siena.

Sin embargo, después de recibir el premio "Pionero Verde Europeo del Turismo Inteligente 2024", la ciudad que antes era ignorada se ha convertido en el centro de atención.

La Comisión Europea seleccionó a esta ciudad entre otras 40 ciudades para el premio a los pequeños destinos turísticos sostenibles emergentes y no tradicionales de Europa.

El objetivo del premio es establecer un grupo de destinos que compartan las mejores prácticas de turismo responsable y sirvan como modelos para otras ciudades y pueblos de Europa.

“El éxito de Grosseto como un pionero verde del turismo inteligente es el resultado de muchos años de esfuerzos concentrados en mejorar nuestro patrimonio cultural y natural”, dijo en un comunicado el alcalde de la ciudad, Antonfrancesco Vivarelli Colonna.
“Este es sólo el principio de un viaje hacia un futuro más verde y sustentable para Grosseto”.

Grosseto, la primera ciudad italiana en recibir el galardón, tiene la intención de servir como un ejemplo de cómo llevar a cabo un turismo responsable en un país que se encuentra en la cima de varias clasificaciones de turismo.

Los esfuerzos de Grosseto demuestran cómo destinos italianos alternativos pueden fomentar viajes más responsables y atraer visitantes que buscan una experiencia más relajada y significativa en el país, mientras que destinos populares como Venecia, Positano y Cinque Terre enfrentan desafíos debido a la abrumadora cantidad de turistas que recibir.

Bellezas naturales.

El centro histórico de Grosseto es visualmente tan rico y evocativo como el de otras ciudades italianas, rodeado de murallas medievales que se conservan intactas y llenas de edificios centenarios.

Sin embargo, las atracciones naturales son lo que la distingue. Después de conducir unos pocos kilómetros al oeste del centro, me encuentro rápidamente en el extenso Parque Regional de Maremma, que se extiende desde las montañas de Uccellina hasta el mar Tirreno, con una superficie de 9 mil hectáreas.

Aquí, los campos de trigo y los pinos dan paso a las llanuras polvorientas habitadas por vacas y caballos salvajes.

El paisaje tiene más similitudes con la sabana africana que con el campo de la Toscana. Las extensas playas de arena natural, salpicadas de fragmentos de madera a la deriva, rodean el parque desde el oeste.

La sostenibilidad de Grosseto se enfoca en la preservación del parque y en los numerosos proyectos de agroturismo.

Grosseto es una de las provincias menos pobladas de Italia, en contraste con lugares turísticos como Florencia y la región vinícola de Chianti.

Entre los paisajes del parque se encuentran bosques, llanuras polvorientas, humedales y áreas costeras.

Además, incluye más de 250 tipos de aves, incluyendo tejones, puercoespines, lobos, jabalíes y ciervos que son poco comunes o en peligro de extinción.

Sin embargo, esta tierra no siempre ha atraído tanto a los turistas. Durante siglos, este lugar dentro del área metropolitana de Maremma fue un pantano infestado de mosquitos que transmitían la malaria.

En 1930, Benito Mussolini inició Bonifica Integrale, un plan de recuperación local destinado a recuperar las zonas pantanosas de Italia para convertirlas en terrenos cultivables y motivar a los ciudadanos a adquirir tierras para el sector agropecuario.

Actualmente, el 30% del Parque Regional de Maremma está dedicado a la agricultura y sirve como base para 32 agroturismos (alojamientos en granjas), que deben cumplir con estándares medioambientales como el uso de materiales reciclados y ecológicos, implementar medidas para ahorrar energía y agua. y contratar un gestor ambiental interno.

Turismo rural.

En la extensa finca Tenuta San Carlo, se encuentran imponentes pinos y pantanos de agua salada, ideales para la agricultura de arroz, así como potreros de vacas de Maremma conocidas por sus cuernos largos y curvados.

Además de cultivar trigo orgánico, legumbres, garbanzos, alfalfa, trébol, lino y avena, la Tenuta ofrece clases de cocina y visitas guiadas enfocadas en la agricultura.

Lotti, cuyo bisabuelo compró la finca de Tenuta San Carlo en 1936, explica que esta “es una buena manera de diversificar los ingresos y salvar el paisaje rural porque también estás renovando y readaptando antiguas casas de campo".
"Paso mucho tiempo haciendo visitas guiadas, explicando a la gente cómo crece el arroz y recibiéndola. Es una parte muy importante de volver a conectar a la gente con la tierra y la producción de alimentos".

A diferencia de los balnearios y clubes italianos sobredimensionados que se ve en todo el país, con sus filas de sillas plásticas de playa y parlantes con música a todo volumen, aquí las únicas estructuras son fortalezas de madera improvisadas que ofrecen refugio para protegerse del sol. El suave arrullo de las olas es el único sonido.

Las vacaciones en la playa italiana son diferentes cuando se combinan las playas naturales con la abundante vegetación mediterránea, dunas suaves y aguas cristalinas.

El parque y sus alrededores también son conocidos por sus numerosos productores locales de comida, que ofrecen una variedad de recorridos gastronómicos y platos especiales.

Desde caminatas guiadas, recorridos en bicicleta o canoas por el río Ombrone hasta cabalgatas, hay muchas formas de visitar el parque que no requieren una fuerza física.

La extensa guía en línea del parque enumera todas estas cosas para que los visitantes lo descubran de manera auténtica y responsable.

También hay itinerarios accesibles para personas discapacitadas, así como el programa de playas Mare per Tutti (playa para todos), otro esfuerzo que llevó a Grosseto a ganar el premio al turismo sostenible.

A bordo del carruaje de estilo antiguo, Cheli lleva por vastas llanuras con molinos de viento, caballos y vacas Maremmana, pasando por caminos llenos de pastizales y bosques salvajes hasta llegar a lo más profundo del parque.

Al mismo tiempo, cuenta historias de los butteri (vaqueros) de Maremma, quienes tienen un significado cultural relevante en esta parte de la Toscana y aún trabajan en el parque.

"La tradición de los butteri comenzó durante el reinado del Gran Duque Leopoldo II de Lorena, quien comenzó a mejorar estas zonas en el 1800", dijo Cheli, un entusiasta de los caballos desde niño.
"Las convirtió en llanuras ideales para la cría de animales".

Los hábiles vaqueros tomaron el relevo a partir de entonces, pastoreando caballos y ganado, siempre sobre los lomos de los caballos, y manteniendo el equilibrio ecológico de las tierras naturales y agrícolas.

Turismo activo.

Las llanuras del parque son ideales para los ciclistas de todos los niveles, y hay muchos senderos que conducen directamente a las playas.

Otros senderos están diseñados para los ciclistas más experimentados. Uno de ellos es el camino ascendente que conduce a la impresionante Abadía de San Rábano, construida en el siglo XIII.

Muchas rutas para bicicletas unen el parque y las playas con el centro de la ciudad, además de las atracciones como el sitio arqueológico etrusco Roselle, que fue la ciudad principal en su época.

Las ruinas del antiguo anfiteatro y el foro romano se encuentran entre varios edificios públicos, templos y baños.

Con caminos que se desarrollarán en el futuro, la red pedaleable también permite acceder a las pintorescas villas de las colinas aledañas.

La ciudad está trabajando para utilizar energía solar para iluminar las carreteras desde el centro hacia el mar. Esto se hace para fomentar el ciclismo desde la playa durante el verano y evitar los problemas de tráfico típicos de la temporada alta.
En Grosseto, la mayoría de las iglesias y museos son accesibles para personas con sillas de ruedas, y en años recientes se han instalado rampas, ascensores y baños accesibles. En los lugares turísticos de Italia, la iniciativa no es muy común.

Las murallas de los Medici, que se construyeron en 1557 para proteger la ciudad, rodean el centro de la ciudad por tres kilómetros.

Grosseto es una de las pocas ciudades en Italia que todavía tienen sus fortificaciones en buen estado. Mientras caminaba a lo largo de las murallas, que ahora son una pasarela elevada y tranquila rodeada de árboles, observé a turistas y residentes disfrutando de los parques del camino.

La ciudad está desarrollando una extensa e impresionante nueva área verde, el “parco centrale”, que ofrecerá innumerables oportunidades para trotar, caminar y andar en bicicleta justo afuera del casco histórico.

El enfoque de Grosseto respecto del turismo ofrece un modelo de cómo éste puede funcionar de manera sostenible en Italia, tomando todo lo que los turistas aman del país -su bella naturaleza, su autenticidad, su cultura tradicional, prácticas agropecuarias e historia- reutilizándolo y actualizándolo.

El turista moderno y responsable quiere una experiencia significativa y genuina, donde deje una huella mínima y Grosseto está listo para ofrecer precisamente eso.
Como explica Maria Luisa Scorza, de la Oficina de Turismo de Grosseto, "la cultura de los viajes debe cambiar, por el planeta, para proteger el medio ambiente, pero también por las personas, que pueden viajar y disfrutar de vacaciones de una manera diferente... podemos ser un modelo para otras ciudades".

Fuentes:

EL PAÍS, BBC, MAREMMA, Viajando nuestra vida.