Gorongosa: “un verdadero paraíso”.
Es un verdadero jardín del Edén, en medio de Mozambique está ubicado el “Parque nacional Gorongosa”, cuenta con una biodiversidad poco común y cientos de especies en 4000 km². Un ecosistema único que se volvió un lugar privilegiado para estudios que atrae científicos del mundo entero y uno de los mejores medios para estudiar la fauna, es observar desde las alturas., desde un helicóptero, un equipo de especialistas en materia de conservación de la vida salvaje, se reúnen en el sur del parque para censar manadas de elefantes, en unos cuantos minutos para ubicar a los primeros animales, algunos paquidermos cuentan con sofisticados collares GPS, los guardas forestales quieren verificar que la población de elefantes siga creciendo. También estudian sus desplazamientos y sus hábitos para protegerlos de una mejor forma.
“La población aumenta, ahora tenemos 1.000 elefantes, nos sentimos muy orgullosos, estamos alcanzando nuestro objetivo y esta situación nos emociona” expresó Marcelino Denja (Guardia Forestal, Parque Nacional de Gorongosa).
La alegría de los ángeles guardianes de elefantes es proporcional al horror que golpeó el parque hace 45 años, En 1977 estalla la guerra civil, Mozambique se hace pedazos y el parque se transforma en un campo de batalla, los animales se encuentran en medio de los combates y en 15 años el 95% de la fauna desaparece. La guerra termina a finales de 1992 y desde entonces la vida regresa poco a poco al parque hasta transformarse hoy en día en una especie de laboratorio a cielo abierto para estudiar las especies, desde el león, rey de la sabana hasta el animal más minúsculo.
Norina Vicente, experta en entomología, es una de las conservadoras del parque, en sus armarios clasifica todos los insectos del parque. “Todas estas son nuevas especies y también son endémicas de Gorongosa, no se puede proteger algo que no se conoce, por esa razón hacemos esta clasificación sistemática que nos permite conocer los detalles de especies únicas del parque y así podemos cuidarlas” expreso Norina.
Entre las especies más estudiadas por los científicos, algunas están particularmente amenazadas como, por ejemplo, el pangolín, sus escamas son muy deseadas por el mercado asiático, por sus supuestas virtudes medicinales, la mayoría son rescatados en manos de cazadores furtivos.
Un trabajo de protección e investigación que toma tiempo y cuesta, pero afortunadamente, el parque pudo contar con una bendición, un millonario norteamericano, hizo su fortuna con una empresa de softwares, antes de enamorarse de Gorongosa e invertir masivamente con su fundación hasta 3 millones de euros al año, se trata de Greg Carr (Presidente – Proyecto Gorongosa), quien dijo: “no hay mejor lugar para invertir el dinero que aquí, cuidando el ecosistema y apoyando a las personas que están en la causa”.
El Parque Nacional de Gorongosa, hoy es un modelo en materia de protección animal, próxima etapa, reintroducir rinocerontes, unas de las especies faltantes y autóctonas de la biodiversidad de la zona afectada, también los leones están presentes, quienes en un reciente control se pudo aseverar que de unos diez al comienzo, pasaron a 200 ejemplares controlados en un lapso de 20 años.
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Fuente: National Geographic, Gorongosa National Park.