Exoesqueleto robótico ayuda a usuarios de sillas de rueda a caminar por primera vez

Mientras que a veces hablamos sobre los usos perjudiciales de la tecnología. No podemos dejar de mencionar los casos - que son indudablemente mayoritarios - donde  la tecnología de avanzada se pone al servicio del humanismo médico. Tal como pregonaba el inolvidable doctor Favaloro; quien cumplirá mañana, un aniversario más de su absurda y dolorosa partida. Sobre esto, recomendamos ver, y leer este emocionante editorial del periodista Alfredo Leuco.

Avance tecnológico que llega desde Nueva Zelanda.


Hayden Allen (nacido el 10 de noviembre de 1979) es un ex jugador de baloncesto profesional de Nueva Zelanda que pasó la mayor parte de su carrera en la Liga Nacional de Baloncesto (NBL). Jugó cerca de 300 juegos y anotó más de 4000 puntos en su carrera en la NBL. Sufrió una lesión en la médula espinal hace cinco años durante un accidente de motocicleta y es una de las primeras personas en usar Rex.

Caminar con la ayuda de la máquina por primera vez disparó "cien millones de emociones".

Dijo, luego de poder pararse y caminar por primera vez luego del accidente.

Desarrollando REX, el dispositivo para caminar robótico manos libres.

El exoesqueleto robótico, es un nuevo dispositivo que ayuda a la movilidad ofreciendo a parapléjicos y a demás personas con discapacidades relacionadas con la movilidad a pararse, caminar e incluso subir y bajar escaleras.

Los usuarios se transfieren de su silla al exoesqueleto robótico sosteniéndose de las piernas del mismo. Luego, se sujetan a un set de correas y usan un joystick y una almohadilla de control para maniobrar el dispositivo de asistencia de movilidad a batería sobre superficies sólidas y estables, como las que se encuentran dentro del hogar o el lugar de trabajo. (Rex no está diseñado para usarse en superficies resbaladizas o blandas, o en áreas que contienen escombros u objetos pequeños como hielo, nieve, arena, hierba, barro o grava).

Las patas robóticas de aproximadamente 38 kilos fueron desarrolladas por Rex Bionics, con sede en Auckland. Los fundadores de la compañía Richard Little y Robert Irving tienen madres que usan sillas de ruedas, por lo que están familiarizados con algunos de los desafíos y frustraciones que enfrentan las personas en silla de ruedas.

Además, hace más de siete años, Irving fue diagnosticado con esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso central y en algunos casos puede provocar parálisis. Fue entonces cuando decidieron aplicar sus conocimientos de ingeniería para el desarrollo del exosqueleto y han estado trabajando en su invención desde entonces.

Nueva Zelanda como polo tecnológico y de innovación.

En el sito de Roberto Baeza Yates, CTO NTENT podemos leer un extracto de su experiencia en las islas:

Nueva Zelanda es un ejemplo de como un país pequeño puede generar tecnología y desarrollarse. Actualmente el número de científicos y publicaciones per cápita es más alto que en la comunidad europea, y sólo el 50% del financiamiento proviene del gobierno. Su sistema de ciencia y tecnología incluye nueve laboratorios de investigación del estado (enfocados en agricultura y bosques, medio ambiente, desarrollo sustentable y geología), ocho universidades públicas (cinco en el norte y tres en el sur) que hospedan siete centros de excelencia (biotecnología, matemáticas, materiales y nanotecnología, entre otros).

El diario The Economist, también escribió sobre cómo Nueva Zelanda usa sus Startups como conejitos de indias para cimentar sus avances en innovación tecnológica.

Para el caso, tenemos un claro ejemplo sobre como el conjunto de políticas de estado inteligentes, combinadas con el esfuerzo privado. Confluyen en soluciones que realmente mejoran la vida de las personas. Camino que también están siguiendo países como Chile y Estonia.