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En las sombras del alma: la naturaleza del mal latente en nuestro interior.

El arquetipo de la sombra, el lado oscuro de nuestra psique.

En las sombras del alma: la naturaleza del mal latente en nuestro interior.
Imagen ilustrativa.

En la teoría junguiana, el arquetipo de la sombra representa el lado oscuro de nuestra personalidad.

De acuerdo con la psicología analítica de Carl Jung, el arquetipo de la sombra representa el "lado oscuro" de nuestra personalidad. Lo más primitivo, los egoísmos más fuertes, los instintos más reprimidos y ese "yo desautorizado" que la mente consciente rechaza y que sumergimos en los abismos más profundos de nuestro ser se encuentran en un submundo convulso de nuestra psique.

La idea del arquetipo de la sombra ha sido mencionada varias veces en la psicología para referirse a la confrontación. de esa sensación de controversia que a veces experimentamos al trabajar nuestras frustraciones, miedos, inseguridades o rencores.

Mucho antes de que Jung desarrollara su teoría sobre el arquetipo de la sombra, el concepto de sombra o reverso oscuro formaba parte de esa dualidad tan común, que incluso inspiró a Robert Louis Stevenson para crear su ya clásico "Dr. Jeckyll y Hyde".

Todo lo que consideramos "malo" en un momento debido a nuestra educación y a las normas morales de nuestra sociedad se convierte en nuestra sombra.

No obstante, es aconsejable no considerar todas las dinámicas internas como situaciones desfavorables o amenazantes, llegando incluso a creer que todos llevamos dentro de un Hyde que pide salir.

El propio Jung explicó que existen diferentes tipos de sombras y que un modo de alcanzar el bienestar, la sanación y la libertad personal es haciéndolas conscientes, enfrentándonos a ellas.

“Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad”, Carl Jung.

El arquetipo de la sombra: la parte oscura de la humanidad.

El arquetipo de la sombra está claramente relacionado con el concepto de inconsciente desarrollado por Freud.

Sin embargo, cuenta con aspectos distintivos que lo distinguen significativamente y lo complementan. No debemos dejar de recordar que lo que comenzó como una relación intelectual entre Freud y Jung terminó enfriándose.

Hasta el punto de que el padre del psicoanálisis lo describió como "una figura trágica, un gran hombre, pero alguien con cuyo método terapéutico no comulgaba".

Jung inventó la psicología analítica para desarrollar una terapia basada en la conversación, dejó a un lado el diván y esa relación asimétrica entre el terapeuta y el paciente.

Se exploraba la estructura de la psique y el inconsciente donde los arquetipos se mueven. El arquetipo de la sombra era sin duda el que tenía el mayor potencial terapéutico de todos ellos.

Atributos del arquetipo.

El campo de la filosofía y la psicología espiritual ha estudiado y analizado el concepto de sombra. De esta manera, investigaciones como la realizada en la Universidad de Hull muestran una idea terapéutica intrigante. Todo lo que el ser humano se reprime en su intento de adaptarse a la sociedad se conoce como sombra. Todos formamos parte de esta figura simbólica de alguna manera.

Jung adoptó el término "sombra" de Friedrich Nietzsche, esta idea era una representación de la personalidad oculta de cada persona.

La mayoría de nosotros parecemos (y nos percibimos) ser buenos y nobles a simple vista. No obstante, en nuestro interior existen ciertos aspectos reprimidos, instintos arraigados que a veces se ocultan bajo la apariencia de violencia, rabia y odio...

No todos tienen el arquetipo de sombra y también está presente en "grupos de personas", sectas, ciertos tipos de religiones e incluso en partidos políticos en ocasiones. Son organizaciones que en algún momento pueden aparecer para justificar actos violentos contra la propia humanidad.

“Desafortunadamente no puede haber ninguna duda de que el hombre es, en general, menos bueno de lo que se imagina a sí mismo o quiere ser. Todo el mundo tiene una sombra, y cuanto más oculta está de la vida consciente del individuo, más negra y más densa es. En todo caso, es uno de nuestros peores obstáculos, puesto que frustra nuestras intenciones más bien intencionadas”, Carl Jung.

¿Cómo se puede reconocer la sombra?

El lado inconsciente de una personalidad, el arquetipo de la sombra, es lo que reprimimos y, por lo tanto, puede obstaculizar nuestro desarrollo y potencial humano. Nuestro bienestar mental mejorará al identificarla, comprenderla y comunicarnos con ella.

Cuando interactuamos con los demás: cuando una persona nos afecta emocionalmente y nos hace reaccionar de manera exagerada en su contra, es probable que proyectemos nuestra sombra personal en ella. Estamos atribuyendo nuestras reacciones, sentimientos y prejuicios a otros.

Observar lo que criticamos o juzgamos exageradamente de otros.
Controlando nuestras emociones: observar aquellas emociones que mantenemos bajo control e identificar todo lo que nos causa dolor, así como su fuente subconsciente. Tomar contacto con esos estados de ánimo que nos impiden conectarnos y lograr nuestros objetivos.

Los beneficios de conectarse con nuestra sombra.

Carl Jung destacó en sus escritos que uno no logra iluminarse creando figuras de luz, sino enfrentando la oscuridad de manera consciente.

Esto tiene muchos beneficios para la humanidad, no solo en términos espirituales. Trabajar en este concepto nos ayuda a individualizarnos, según nos explica la terapeuta Margaret Clark en uno de sus libros.

Otros beneficios:

Aumentar nuestro conocimiento personal.

Aceptar nuestra personalidad en su totalidad.

Alcanzar un "yo" más fuerte e integrado.

Aprendemos a comunicarnos con nosotros mismos de manera adecuada y honesta.
dirigir nuestras emociones de manera adecuada.

Mejorar nuestras interacciones.

Aprender a reconocer las proyecciones que tienen un impacto en cómo nos relacionamos con los demás.

Abandonar las culpas que surgen de ciertas acciones y comportamientos negativos.

¿De qué manera podemos enfrentar nuestra propia sombra?

Es posible que la teoría del arquetipo de la sombra de Jung nos atraiga a nivel teórico debido a su atractivo, su esencia metafórica y su misticismo.

Esta figura es una representación tradicional del tabú, la maldad y la parte oscura de la personalidad humana que siempre genera gran curiosidad.

En libros como Arquetipos e Inconsciente Colectivo, el padre de la psicología analítica nos recuerda que nuestra tarea en la vida es aceptarnos plenamente e integrar "nuestra sombra" en la personalidad para hacerla consciente y trabajar con ella, afrontándola cara a cara. Puede quitarnos el equilibrio y la oportunidad de ser felices si la ignoramos y le permitimos seguir en su universo inconsciente.

Combate tus miedos.

Es importante recordar las dinámicas que componen la sombra, que incluyen nuestros miedos, traumas del pasado, decepciones que nos envenenan y sueños no alcanzados por falta de decisión que se convierten en tiburones frustrados que navegan en nuestra personalidad.

Si nos escondemos, esos demonios internos se vuelven más feroces y si los silenciamos, nos controlarán, proyectando en muchos casos una imagen de nosotros mismos que no nos gusta a los demás.

Conversación interna.

Una forma de comenzar a reconocer nuestra sombra es cambiar nuestra conversación interna y comprender que cuando nos quejamos de algo o de alguien, estamos reflejando algo propio.

Por ejemplo, si nos lamentamos porque los demás no nos escuchan, podemos preguntarnos si nos escuchamos a nosotros mismos y así sucesivamente.

Por lo tanto, no podemos olvidar que nuestra capacidad para sacar a la luz esas sombras siempre dependerá de nuestro crecimiento personal y bienestar psicológico. Después de mostrarle a Valentina, comenzará un esfuerzo difícil pero valioso para recuperarnos y encontrar la tranquilidad y el bienestar.

Jung y la psicología budista: una forma de reconocer nuestra sombra.

La psicología budista y Jung se parecen más de lo que parece. El budismo sostiene que la sociedad nos afecta gradualmente desde que nacemos.

En la actualidad, somos un conjunto de experiencias, aprendizajes y condicionamientos que nos hacen ser como somos. Para el budismo, la mayoría de estos condicionamientos son aceptados, y muchos de ellos de forma inconsciente.

El budismo sostiene que los humanos son buenos por naturaleza, por lo que nuestra sombra estaría formada por todo nuestro pasado de aprendizaje y condicionamiento.

Sin embargo, no consideres que la sombra sea buena o mala. Se habla de acciones afortunadas o desafortunadas en el budismo. Por lo tanto, si deseamos observar "nuestro lado oscuro", debemos aprender a meditar para aprender a observar nuestra mente.

Se trata de una observación libre de juicio y sin reprimir ningún pensamiento en su interior. Observando cualquier cosa que pase por nuestra mente sin evaluarla. De esta manera, observamos ideas y pensamientos que no sabíamos que existían.

Reconocer y aceptar nuestra sombra nos permite activar una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, así como desactivar nuestro rechazo a esa parte de nosotros mismos que repudiamos y reprimimos.

Según Jung: “lo que rechazas te somete, mientras que lo que aceptas te transforma”.

Fuentes:

Centro Psicológico Loreto Charques, LA NACIÓN, La Mente es Maravillosa, wape up Gente Consciente, Crecimiento Interno.