El origen del "Five o'clock Tea": La historia detrás de la tradición británica
El té de las 5 de la tarde es una de las tradiciones más icónicas de la cultura británica. Te invito a descubrir cómo surgió esta costumbre en el siglo XIX gracias a la duquesa de Bedford, y cómo se convirtió en un símbolo de la sociedad victoriana.
Cuando pensamos en tradiciones británicas, el té de las 5 de la tarde, o Five o'clock Tea, es una de las más emblemáticas. Esta tradición, que parece inseparable de la imagen cultural del Reino Unido, tiene una historia fascinante que va más allá de la simple costumbre de beber té. Surge en un momento histórico particular y refleja tanto cambios sociales como económicos de la época.
El contexto histórico: el auge del té en Inglaterra
El té llegó a Inglaterra en el siglo XVII gracias a los comerciantes holandeses y portugueses, pero fue durante el siglo XVIII que su consumo se popularizó, en parte gracias a la expansión del comercio con China. Para entonces, el té se había convertido en una bebida de élite, un símbolo de estatus social y sofisticación, ya que inicialmente era costoso y se servía en salones exclusivos.
Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando el té se democratizó y se convirtió en parte integral de la vida cotidiana británica. La caída de los precios, el auge del Imperio Británico (especialmente su dominio en la producción de té en India) y el desarrollo de mejores rutas comerciales, permitieron que la bebida llegara a todas las clases sociales.
La Duquesa de Bedford y la creación del té de la tarde
El origen del té de las 5 de la tarde, se le atribuye comúnmente a Anna, la duquesa de Bedford, dama de compañía de la reina Victoria, en la década de 1840. En esa época, la jornada típica incluía un almuerzo temprano y una cena tardía, entre las 7 y las 9 de la noche. Como resultado, muchas personas sentían un "hueco" en medio de la tarde y, especialmente en las clases altas, se volvía habitual experimentar una sensación de hambre.
La duquesa Anna, según se dice, empezó a tener un ligero "tentempié" a media tarde para combatir el hambre: té acompañado de pequeños bocados como sándwiches, pasteles y scones. Con el tiempo, invitó a sus amistades a unirse a ella en esta pausa vespertina. Este acto de compartir la merienda evolucionó hasta convertirse en un evento social. Pronto, lo que comenzó como una solución práctica se convirtió en una tradición social que se replicaba en las casas de la aristocracia y, eventualmente, en todo el país.
La expansión del "Five o'clock Tea"
A mediados del siglo XIX, el five o'clock tea ya se había consolidado como una práctica social clave entre las clases altas. La reina Victoria, gran amante del té, contribuyó a popularizar aún más este hábito, organizando grandes reuniones y eventos en los que el té de la tarde jugaba un papel central.
Este momento de pausa no solo era una oportunidad para disfrutar de una bebida caliente y bocados ligeros, sino también para socializar. Las mujeres de la alta sociedad comenzaron a usar estas reuniones como excusa para mostrar sus mejores modales, atuendos y porcelanas. Las casas más ricas invertían en juegos de té elaborados y salones especiales para recibir a los invitados. Poco a poco, el té de la tarde se fue democratizando, extendiéndose a otras clases sociales, hasta convertirse en una costumbre nacional.
El papel del té en la sociedad británica
El té de las 5 fue mucho más que una pausa para comer: fue un símbolo del estilo de vida británico. En una época de grandes transformaciones económicas y sociales, marcadas por la Revolución Industrial y el ascenso de una creciente clase media, esta práctica ofrecía una forma de mostrar estatus, pero también una manera de tomar un descanso en medio de las tensiones del día a día. Además, el acto de beber té estaba vinculado a la idea de refinamiento, hospitalidad y la etiqueta, valores clave en la sociedad victoriana.
Aunque el té había llegado inicialmente a Inglaterra como una bebida de lujo, su acceso se había ampliado a todos los estratos sociales. Para finales del siglo XIX y principios del XX, el té de la tarde ya no era exclusivo de las clases altas; las personas de clase media y trabajadora también adoptaron la costumbre de disfrutar de una merienda con té.
El té de las 5 hoy
Hoy en día, aunque las estrictas costumbres y la formalidad del té de las 5 han disminuido en muchas partes de Inglaterra, la tradición sigue viva. En los hoteles y salones de té más exclusivos del Reino Unido, y en otros países como Australia o Nueva Zelanda, el afternoon tea sigue siendo un evento elegante. Se trata de una experiencia cultural en la que se combinan sándwiches finos, scones con crema y mermelada, pasteles delicados y una amplia variedad de tés de calidad.
En resumen, el Five o'clock Tea nació de la necesidad de llenar un vacío en el estómago, pero se convirtió en una parte icónica de la cultura británica gracias a las influencias sociales, económicas y culturales del siglo XIX. Hoy sigue siendo una tradición que simboliza el refinamiento y el buen vivir, recordándonos un tiempo en que cada taza de té estaba cargada de significado social.