El origen de la pizza, de Italia al mundo
La pizza es uno de los platos más populares del mundo, pero su origen se remonta a tiempos antiguos y a humildes preparaciones. Aunque hoy en día la asociamos principalmente con Italia, este delicioso alimento tiene una historia rica y variada, que incluye influencias de distintas culturas y la evolución de una receta que pasó de ser comida de campesinos a convertirse en un ícono culinario global.
La pizza en la antigüedad
La idea de cocinar masa plana y cubrirla con ingredientes data de hace miles de años. Civilizaciones antiguas como los egipcios, griegos y romanos ya preparaban algo similar. Los griegos, por ejemplo, tenían una preparación llamada plakuntos, una especie de pan plano con hierbas, ajo y cebolla. Este tipo de alimento era común entre los pobres, pues era económico y sencillo de preparar, además de nutritivo.
Nápoles, el verdadero hogar de la pizza
Aunque la idea de pan con ingredientes tiene raíces antiguas, la pizza tal como la conocemos hoy, surge en Nápoles, Italia, en el siglo XVIII. Durante esta época, Nápoles era una ciudad portuaria vibrante, pero también enfrentaba graves problemas de pobreza. Las clases bajas napolitanas necesitaban comidas fáciles de preparar, y así, nació la pizza: una masa de pan plano cocinada y cubierta con ingredientes sencillos como tomate, ajo y aceite de oliva.
La introducción del tomate en Italia
Curiosamente, el tomate no formaba parte de la dieta europea hasta que fue traído de América tras la colonización. Al principio, se creía que el tomate era venenoso, y fue solo en el siglo XVII que comenzó a usarse en la cocina italiana. Los napolitanos adoptaron el tomate con entusiasmo, usándolo para cubrir sus panes planos, lo que dio lugar a la primera versión de la pizza moderna.
La pizza Margarita
En 1889, el chef Raffaele Esposito, de Nápoles, preparó una pizza especial para la reina Margarita de Saboya durante su visita a la ciudad. La creó en honor a la reina y a los colores de la bandera italiana, usando ingredientes como albahaca (verde), mozzarella (blanco) y tomate (rojo). Así nació la pizza Margarita, que se convirtió en una de las variedades más famosas y en un símbolo nacional.
La expansión de la pizza en Estados Unidos
A fines del siglo XIX y principios del XX, muchos italianos emigraron a Estados Unidos, llevándose consigo sus costumbres y recetas, incluida la pizza. Las primeras pizzerías en Estados Unidos aparecieron en Nueva York y Chicago, estableciéndose en barrios de inmigrantes italianos. La pizza ganó popularidad en todo el país, adaptándose a los gustos locales. En Chicago, por ejemplo, nació la pizza estilo Chicago, caracterizada por una corteza gruesa y profunda.
Durante la Segunda Guerra Mundial, soldados estadounidenses destacados en Italia probaron la pizza y la llevaron de regreso a casa, aumentando su popularidad y convirtiéndola en un fenómeno nacional.
La pizza en el siglo XXI: un ícono global
Hoy en día, la pizza es un plato universal. Hay versiones únicas en diferentes culturas, desde la pizza con ananá o Hawaiiana hasta versiones exóticas con ingredientes como mariscos, curry y quesos variados en Asia. Cada región ha adaptado la pizza a sus propios ingredientes y gustos, lo que le ha permitido evolucionar en cientos de variantes, manteniendo la esencia de su humilde origen.
La pizza: un legado culinario
Desde las calles de Nápoles hasta los rincones más remotos del mundo, la pizza ha conquistado paladares y se ha adaptado a los tiempos y lugares. Su historia es una mezcla de tradiciones antiguas, adaptación cultural y creatividad gastronómica, transformándose de una comida de la clase trabajadora en un símbolo de la cocina italiana y una pasión internacional.