El bioinsumo busca sustituir a los agroquímicos.
Desarrollado en la Patagonia, este producto apuesta para revolucionar la agricultura.
El Ciefap desarrolló un bioinsumo para mejorar los cultivos frutihortícolas intensivos, usando bacterias patagónicas y nanotecnología.
En el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), tres investigadores del Conicet desarrollaron un producto 100% biológico para los productores agropecuarios que podrían sustituir los agroquímicos.
De esta manera, crearon la empresa emergente Ecolysium en Esquel; una vez que el Senasa haya aprobado el producto, el siguiente paso será venderlo a los productores que ya han hecho muchas consultas.
Para satisfacer la demanda anual de alimentos, se recurre al uso de agroquímicos en los campos, lo que tiene un efecto perjudicial tanto en el medio ambiente como en la salud humana. Es necesario alcanzar ciertos niveles de producción para que un campo sea rentable. ¿Cuál es el proceso? Uso de pesticidas y fertilizantes.
Los agrotóxicos impulsan el crecimiento de los rendimientos. El biotecnólogo Ariel Marfetan, quien es investigador del Ciefap y director científico de Ecolysium, explicó que la producción sin agroquímicos sería difícil. Se advirtió que la falta de micronutrientes en la dieta humana se debe a la utilización excesiva del suelo, lo que genera problemas de salud.
Para satisfacer la demanda anual de alimentos, se recurre al uso de agroquímicos en los campos, lo que tiene un efecto perjudicial tanto en el medio ambiente como en la salud humana. Es necesario alcanzar ciertos niveles de producción para que un campo sea rentable. ¿Cuál es el proceso? Uso de pesticidas y fertilizantes.
Los agrotóxicos impulsan el crecimiento de los rendimientos. El biotecnólogo Ariel Marfetan, quien es investigador del Ciefap y director científico de Ecolysium, explicó que la producción sin agroquímicos sería difícil. Se advirtió que la falta de micronutrientes en la dieta humana se debe a la utilización excesiva del suelo, lo que genera problemas de salud.
Entre 2000 y 2018, el uso de pesticidas en todo el mundo aumentó un tercio, llegando a 4,1 millones de toneladas en 2018. Tienen un impacto negativo en el medio ambiente, ya que contaminan el suelo, el agua y la salud humana. Marfetan enfatizó que esto representa un riesgo tanto para aquellos que los utilizan como para aquellos que se encuentran en la región.
En 2019, los investigadores de Esquel comenzaron a trabajar en respuesta a una solicitud de los productores de nogales que reportaban pérdidas debido a enfermedades fúngicas del suelo. Omar Ordoñez, director de operaciones de Ecolysium y experto en microbiología ambiental y biorremediación, destacó que el desarrollo de bioinsumos para enfermedades en plantaciones de nogal fue impulsado por los productores de frutos secos del valle medio de Neuquén, lo que llevó a la búsqueda de soluciones. para la producción de frutas.
Por último, los científicos lograron crear una sustancia que incorpora nanopartículas de selenio y microorganismos de la Patagonia. Marfetan explicó que estas últimas se sintetizan biológicamente y pueden fomentar la germinación y la fotosíntesis, así como proteger a las plantas de diversos tipos de estrés.
Las bacterias de la Patagonia.
En los bosques nativos de la Patagonia, las bacterias rizoféricas crecen junto con las raíces de las plantas. Además de controlar los patógenos, promueven el crecimiento de las plantas. Además, pueden soportar temperaturas bajo cero, nieve y mucha lluvia durante el invierno, mientras que, durante el verano, pueden soportar altas temperaturas y bajos niveles de humedad.
El siguiente paso fue mezclar esas bacterias con nanopartículas de selenio, un micronutriente vital tanto para los cultivos como para la dieta humana y animal. Pero el 90% de los suelos productivos carecen de selenio. Marfetan explicó que la falta de selenio en los humanos suele estar relacionada con varios problemas de salud, como miocardiopatías, cáncer de colon, baja producción de hormona tiroidea, debilidad muscular e inflamación, glóbulos rojos frágiles y coloración anormal de la piel, entre otros.
El bioinsumo es un líquido que se puede usar de varias maneras: al sembrar se pueden inocular las semillas, o bien en las raíces antes del trasplante o por riego. Los investigadores se enfocan actualmente en la producción intensiva de hortalizas y frutas finas, pero continúan explorando otras áreas como la soja, el cannabis y los frutos secos.
Según los ensayos, los productos de Ecolysium mejoran los rendimientos de los cultivos en un treinta por ciento o más (dependiendo del cultivo). Además, reduce los tiempos de producción entre un 15% y un 22%, lo que permite que los cultivos de hoja produzcan más cosechas por temporada. Además, controlan patógenos y mejoran las propiedades nutricionales de las plantas.
Un producto inédito.
No hay antecedentes en el país del bioinsumo que desarrollaron los investigadores del Ciefap. Por el momento, hay dos grupos de tecnologías: los bioinocultantes, formulados solo a base de bacterias que resultan “una generación anterior”. Pero muestran resultados más bajos que los productos de Ecolysium.
Por otro lado, hay otros productos a base de nanopartículas pero que se elaboran químicamente. «La producción es bastante agresiva y tienen costos altos. Este es un proceso más económico que hace que el producto sea más accesible y sustentable», concluyó.
Startup.
Una startup es una empresa enfocada en impulsar nuevos productos y servicios basados en resultados de investigación científica y tecnológica. La creación de este tipo de empresas facilita la transferencia de tecnología desde el laboratorio a la sociedad creando empleos calificados.
La creación de una startup desde Ciefap y Conicet garantiza la posibilidad de ingresar en otros mercados. “Al crear una startup, se pueden fondos de inversión en Argentina y en el exterior. Sin una empresa no puede hacerse”, advirtió.
Fuentes:
Ecolysium, Tiempo Sur, INTA, DW Documental.