Crucero MSC Divina. Saint Marteen
En la Primera parte del diario conocíamos al Crucero MSC Divina y el recorrido que estaba a punto de tomar partiendo del puerto de Miami, para finalmente llegar a Saint Marteen
En la Primera parte del diario, conocíamos al MSC Divina y el recorrido que estaba a punto de tomar partiendo del puerto de Miami. Dejábamos atrás las increíbles vistas nocturnas de la ciudad, que pueden verse desde las cubiertas más altas de este impresionante Crucero; para encarar 2 días continuos de navegación hasta llegar a Philipsburg. Capital Holandesa de Saint Marteen.
También planteaba el siguiente interrogante.
¿Es mucho dos días de navegación?¿Son soportables?¿Son tantas horas como para comenzar a ver el lado malo del glamoroso MSC Divina?
¿Cómo comienzan entonces dos días de navegación continua en el MSC Divina?
Luego de una primera noche que pasa muy rápido entre simulacro de evacuación, recorrida por algunas partes de la; y escribo en mayúsculas, INMENSA NAVE. Dar una vuelta por el teatro y el trámite de encontrar el comedor principal y conocer a los compañeros de mesa por las próximas 6 noches.
La idea para los próximos dos días es ver si es aburrido o no ver solo agua durante 48 horas antes de llegar a Philipsbourg.
¡Si! Solo agua. Así como se ve arriba ¡Y está bueno! Sobre todo si les gusta estar al aire libre. si sufren agarofobia olvídenlo :D.
Tips para pasar los días de navegación en el MSC DIVINA.
Si el plan es estar cerca de las piscinas y los yacuzzis, sobre todo los que están al aire libre. Despiertense temprano toalla en mano, ocupen reposeras o mesas y luego vayan a desayunar y vuelvan. Para ponerlo más claro, la capacidad del barco es ¡3959 pasajeros! Eso es mucha gente, así que las piscinas revientan.
Si no son el tipo de personas que les guste estar panza al sol, el MSC Divina tiene muchas opciones con las que divertirse. Cine 4D, Simulador de Fórmula 1, Bowling, y hasta un micro estadio de fútbol, basquet o voley dependiendo la circunstancia.
Todas los entretenimientos anteriores, salvo el micro estadio, son con cargo. Si está buscando divertirse gratis, el tobogán acuático en el Aqua Park es un obligado. No pueden dejar de probarlo.
Como de todas forma lo mío es absolutamente, piscina y bar. Mi lugar preferido del crucero era el Disaronno Bar. En la popa del Barco. Un lugar tranquilo, soleado y con el ambiente perfecto para disfrutar de unos buenos tragos y buena comida. Ya que además está en la parte de atrás de los restaurantes buffette.
Hablando de Disaronno y La Dolce Vita, el MSC divina tiene un arsenal de toques italianos para sorprenderte. Alianzas con Segafredo, Campari, Nutella, Venchi y la lista sigue; te hacen sentir como Marcello Mastroianni o la mismísima madrina del barco.
Como verán, con un poco de buena predisposición y ganas de pasarla bien, dos días son un pestañeo en el MSC Divina y además tienen dos oportunidades de ver atardeceres como los que siguen en el medio del espectacular Océano Atlántico en sus límites con el Caribe.
¡Al fin Saint Marteen!
En la primera parte había contado que una de las contras de salir en crucero desde Miami es que la terminal no te deja apreciar el barco al partir, salvo que estés prestando atención cuando cruzas el puente desde Miami Beach a Miami Downtown.
En el Puerto de Philipsbourg el MSC Divina se puede admirar en todo su esplendor lo que le agrega un punto más de belleza a la increíblemente hermosa Saint Marteen.
¿Cómo recorrer y qué hacer en Saint Marteen en ocho horas?
Estas preguntas son claves cuando andamos de crucero. Porque ya saben, y si no les cuento; que la parte floja de andar en crucero es que se está muy poco tiempo en el lugar que se visita. La parte buena es que se pueden recorrer varios lugares en pocos días.
Por suerte Saint Marteen es una isla pequeña, además con algunas playa célebres. Como Orient Beach o Maho Beach. Así que básicamente la isla puede recorrerse en auto en aproximadamente 2 horas, si se para en pocos lugares o más, si tenemos pensado ver varios puntos de interés.
Hay varias formas de hacer esto.
- Alquilando un auto e ir por las de uno.
- Lo mismo con moto.
- Pagando la excursión en la oficina de turismo del barco. – Carísimo –
- Salir de la terminal, hablar con los taxistas y arreglar por una recorrida personalizada por la isla y tratar de sumar gente del barco para dividir el precio por 4. Mi favorita y la recomendada.
Fue entonces, que hicimos esto con unos amigos suizos del crucero y partimos hacia la famosa Orient Beach. Del Lado Francés de Saint Marteen.
Seguimos recorriendo la isla con un objetivo muy claro. Maho Beach. La famosa playa donde aterrizan y despegan los aviones.
Maho Beach. Pura adrenalina.
Hay tres momentos que disfruto particularmente de un viaje.
- La planificación previa.
- Algo no planificado que termina siendo perfecto.
- Haber hecho algo tal cual fue planificado meses atrás y que sea igual o mejor que lo que imaginaste.
Maho Beach además es una playa muy concurrida, con un pronunciado declive y bastante angosta. Lo mejor quizás esté en el agua y la adrenalina de sentir los aviones pasando metros de tu cabeza. Pero definitivamente no era la playa para seguir pasando el resto del día.
Casi terminando la vuelta la isla, llegamos a la playa de Philipsbourg. Capital del lado Holandés pegada a la terminal de cruceros; la cual además tiene todos los condimentos necesarios que se pueden pedir de una playa.
Bares, restaurantes, paseo costero, playas anchas, aguas tranquilas y transparentes. En resumen, onda. Mucha Onda y a distancia caminando del crucero. Lo cual permite ir a almorzar a barco y volver a la playa a terminar el resto del día. Mejor imposible.
Para certificar lo escrito, esta toma panorámica de la playa y a continuación una recorrida por el paseo de la playa.
Y así terminó el día. Playa, recorrida por el centro de Philipsbourg y compras en el Hard Rock Café con algunas cervezas para ver caer la tarde. Un día perfecto en el lugar perfecto. Como no podía ser de otra manera, el día tenía que terminar perfecto con un atardecer perfecto desde el MSC Divina despidiéndose del Caribbean Princess.
Sin duda alguna Saint Marteen es un Lugar para volver, y para mucho más que una rápida recorrida de crucero.
¡Nos estamos leyendo!