Córdoba en llamas.
Tres focos permanecen activos, la región de Tulumba al norte de la provincia, es una de las más afectadas.
Imágenes desgarradoras se han viralizado en las últimas horas en la provincia argentina y otros puntos ígneos se registraron en Capilla del Monte y Traslasierra.
Pese a que en Córdoba aún se mantienen activos tres focos, los brigadistas lograron apagar los incendios en el Valle de Punilla durante la jornada de este miércoles producto de las lluvias. El norte se ha visto afectado recientemente.
Desde el lunes, los incendios han destruido por completo los barrios cercanos a Punilla y Villa Carlos Paz, dejando a su paso imágenes aterradoras, entre ellas rescates de personas y animales, así como importantes pérdidas materiales. Sin embargo, la lluvia que cayó ayer por la mañana facilitó el difícil trabajo de los bomberos.
“Los incendios de Río Quillinzo, Paraje Las Lomitas y Trinchera, así como los de La Suela, Las Minitas, Cabalango, Barranco Yaco y Los Ministerios, ya fueron extinguidos”, según el último informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF). Por otro lado, el incendio en Río de La Suela se encuentra controlado.
Focos activos.
Los empleados del Equipo Técnico de Acción de Desastres (ETAC) de Córdoba se encuentran trabajando actualmente en la región de Tulumba, en el norte de la provincia, donde se encuentra uno de los focos activos.
Además, durante todo el día se emplearon aviones hidrantes en el lugar. El clima no es propicio para el trabajo de los brigadistas aquí, a diferencia de lo ocurrido en la región Punilla, ya que las ráfagas de viento pueden alcanzar velocidades de hasta 70 kilómetros por hora.
Uno de los frentes está cerca de Santa Cruz, y las autoridades ordenaron un corte total en el cruce de las rutas provinciales 18 y 16, en la entrada a la localidad de San Pedro Norte, debido a los incendios cercanos.
Hasta la tarde del miércoles, el Gobierno de Córdoba también anunció la existencia de dos focos adicionales, uno en Capilla del Monte, en el partido de San Salvador, y otro en Traslasierra, en la región de San Javier.
El primero de estos últimos se ubica en la localidad de Loma Bola, barrio Los Corralitos, a unos 40 kilómetros de Villa Dolores. En esta zona trabajan voluntarios de Los Hornillos, Las Tapias, Las Rosas, San Javier, La Paz y la región de Villa Dolores.
Alrededor de las siete comenzó el último incendio. En San Salvador se encontraban bomberos y personal de ETAC.
En el barrio "400 viviendas" de Punilla, que conecta Villa Carlos Paz con Cabalango y Tala Huasi, las primeras llamas se notaron a principios de semana. Junto a la policía, los brigadistas arribaron al lugar mientras los vecinos comenzaban a alertar de lo que estaba sucediendo.
Un detenido.
La policía detuvo a un joven presunto responsable del incidente tras realizar pruebas y hablar con los vecinos. Se trata de Ulises Zárate, un hombre de 27 años que fue imputado por incendio provocado por la Fiscal Jorgelina Gómez. Encendió una hoguera para calentar agua y hacer café, y los incendios pronto se extendieron.
El joven explicó que una vez extravió su control de fuego y que era una de las áreas activas más importantes de la provincia. Esta se extendió rápidamente y a lo largo de una distancia de varios kilómetros. Según un medio local, si se mantiene la calificación, podría recibir una pena de tres a diez años de prisión.
La Fiscal Gómez aseguró que: “el detenido aún no había prestado declaración y agregó que en esta serie de percances estuvieron involucradas otras personas”.
Además, agregó que: “no tienen relación con el enfoque punillano, es otro foco de incendio en el área de Estancia Vieja y se hizo todo lo posible para atrapar a los delincuentes”.
Desesperación de los vecinos.
Debido al peligro extremo que suponía el avance de las llamas, los vecinos de las proximidades de los incendios se vieron obligados a evacuar sus casas.
Estar en el lugar de los hechos se conoce como cobertura territorial.
Las palabras para describir cómo alguien vive, o sobrevive, los incendios de la sierra de Córdoba; las expresiones en los rostros de las personas lo dicen todo: transmiten dolor, agonía, rabia, impotencia y una súplica al cielo para que apague los incendios. Por fin llega la lluvia, de una vez por todas.
Momentos de desesperanza se repitieron en el Valle de Punilla, cerca de Solares de Playa de Oro y Mayu Sumaj, a raíz de las llamas que el lunes perseguían implacablemente a Tala Huasi e Icho Cruz y se acercaban a Villa Carlos Paz en la madrugada del martes. Ya han sido quemadas cientos de hectáreas y la magnitud del incendio ha provocado que el humo se haya extendido a algunas zonas de Córdoba.
Los acontecimientos del martes demostraron un esfuerzo cooperativo por parte de las fuerzas del orden, la Defensa Civil y los representantes de los municipios participantes para evacuar las áreas donde el fuego se estaba propagando agresivamente. La mayoría de los vecinos aceptaron dejar trabajar a los brigadistas y bomberos.
En un intento por salvarlo todo, una mujer y su familia le rogaron a un oficial que les permitiera visitar su casa y recuperar algunas de sus últimas posesiones. Esa fue solo una de las muchas escenas espectaculares que tuvieron lugar en la zona donde el fuego sirvió a la vez de fondo y terreno.
Helicópteros y aviones de combate ayudaron a apagar el incendio, pero el calor y el viento dificultaron el trabajo y en determinadas situaciones provocaron que las llamas se salieran de control.
La mayoría de las casas en Solares de Playas de Oro son parejas de recién casados que no han vivido en el fraccionamiento por más de diez años. Al mediodía las llamas se habían extendido a dos casas.
Hace tres años, Fernanda tomó la decisión de mudarse y su hermana hizo lo mismo. "Me parece incomprensible que la gente pueda ser tan descuidada”, la construcción de la casa llevó mucho tiempo. Logró salvar a sus tres perros en los momentos finales antes de que le impidieran la entrada a su casa.
La ayuda llegó amablemente, como suele ocurrir en estas circunstancias. Entre quienes visitaron la zona caliente para brindar asistencia cuando fuera necesario se encontraba una empresa embotelladora de agua de Icho Cruz y una PYME extintora de Carlos Paz, durante varias cuadras, la gente formaba repetidamente una cadena humana para cargar un balde o alcanzar frutas y botellas de agua.
Luciana se mueve de un lado a otro. Su rostro delata su desesperación por que las llamas se mantengan alejadas de su casa.
La mujer está entre las más conmovidas. La línea de riesgo cruza su casa, además afirma que se estaban mudando y que les quedaba un mes de trabajo.
Su vecina Fernanda también rescató a sus perros, Milo y Lola. No tenía idea de adónde los llevaría. En este barrio de Playas de Oro la mujer reside con su cónyuge, al lado de su hermana y su cuñado. "No sé cómo la gente puede ser tan descuidada. Pagamos mucho dinero por la casa", comentó la mujer.
Hubo momentos en que la negativa de los vecinos a abandonar la zona y sus casas provocó tensión en el barrio. Me niego a abandonar este lugar, otra de las personas más enojadas le dice a la policía: "aquí tengo mi casa".
Otro barrio muy afectado por las llamas fue 400 Homes.
"Tengo cuatro hijas adolescentes y ellas saben lo peligroso que es", dijo una vecina.
Las zonas urbanizadas donde se produjeron los incendios el martes llevaron al Gobierno de Córdoba a implementar estrictas medidas de seguridad, y el Gobernador Juan Schiaretti incluso pidió que se acataran las órdenes de los bomberos. Las autoridades no quieren lamentar víctimas ni heridos, a pesar de la comprensible desesperación de los vecinos por las interminables tareas.
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Fuente: Infobae, La Voz, Ámbito, C5N, MILENIO.