Brasil: terra petra.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de San Pablo, Brasil, reveló que la extrema fertilidad de la llamada “terra petra” del Amazonas puede facilitar el crecimiento y restauración de especies arbóreas.
La degradación ecológica y la pérdida de biodiversidad son las principales consecuencias de la deforestación para la agricultura y ganadería.
La estrategia para remendar el daño y regenerar esas consecuencias requieren de técnicas que aumenten la salud del suelo y la calidad microbiológica para contrarrestar estos impactos.
Las tierras oscuras amazónicas (ADE en inglés) pueden ayudar a que crezcan árboles en operaciones de restauración ecológica, según da a conocer una reciente investigación que se publicó en la revista científica Frontiers.
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fsoil.2023.1161627/full
A través de varios procesos entre 450 A.C y 950 D.C, millones de amerindios que viven en la Amazonia transformaron el suelo, mejorando con carbón vegetal de fuegos de baja intensidad utilizados principalmente para cocinar y quemar basura, huesos de animales, cerámica rota, compost y estiércol durante muchísimas generaciones. Como consecuencia se creó la tierra oscura amazónica o terra petra, que posee beneficios extraordinarios por su alto contenido de nutrientes y materia orgánica estable, su color negro se debe al alto nivel de carbón vegetal.
Recientemente, científicos brasileños han demostrado que la ADE podría ser una rama secreta para acelerar la reforestación en la Amazonia, donde se ha perdido el 18%, o alrededor de 780.000 km2, desde la década de 1970.
“Aquí mostramos que el uso de ADE puede mejorar el crecimiento de pastos y árboles debido a sus altos niveles de nutrientes, así como a la presencia de bacterias beneficiosas y arqueas en la comunidad microbiana del suelo. Esto significa que el conocimiento podría aplicarse para ayudar a acelerar los proyectos de restauración ecológica”, expresa Luis Felipe Zagatto, estudiante de posgrado del centro de Energía Nuclear en la Agricultura de la Universidad de san Pablo en Brasil.
Para arrogar tan esperanzadores resultados, llevaron a cabo estudios controlados para simular la sucesión biológica y los cambios en el suelo que ocurren cuando los pastos en áreas deforestadas se convierten activamente en bosques.
El objetivo del estudio era poder establecer si los ADE pueden acelerar el proceso de reconstrucción de los bosques.
Comenzaron la investigación recolectando ADE de la Estación Experimental de Investigación Caldeiro en el estado brasileño de Amazonas y suelo agrícola de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiróz en san Pablo. Colocaron 36 macetas de cuatro litros con 3 kilos de tierra dentro de un invernadero con una temperatura media de 34°C para poder predecir el calentamiento global más allá de las temperaturas actuales de la Amazonia de 22 a 28°. Pusieron semillas de pasto, un forraje típico para animales, en distintos recipientes, un tercio solo tierra de control, otro tercio una mezcla de 4 a 1 de tierra de control y ADE y el tercio restante obtuvo ADE al 100%., dejando que las plántulas se desarrollaran en el lapso de 60 días.
Los investigadores cortaron el pasto, dejando solo sus raíces antes de replantar semillas de árboles en cada una de las tres superficies, midiendo constantemente los cambios en el pH, la textura y las concentraciones de materia orgánica, potasio, calcio, magnesio, aluminio, azufre, boro, cobre, hierro y zinc del suelo.
Después del experimento, los suelos tenían menos nutrientes, pero los conformados por el 100% por ADE permanecieron más ricos.
“Los microbios transforman las partículas químicas del suelo en nutrientes que las plantas pueden absorber. Nuestros datos mostraron que ADE contiene microorganismos que son mejores en esta transformación de suelos, proporcionando así más recursos para el desarrollo de las plantas. Por ejemplo, los suelos ADE contenían taxones más beneficiosos de las familias bacterianas Paenibacillaceae, Planococcaceae, Micromonosporaceae e Hyphomicroblaceae”, asevera Anderson santos de Freitas, otro de los autores.
Finalmente, los investigadores encontraron que ADE puede aumentar significativamente el desarrollo de las especies, sin embrago, advirtieron que, si se utiliza en la naturaleza, se necesitaría la misma cantidad de tiempo para recuperarse.
“La ADE ha tardado miles de años en acumularse y, si se usa, tardaría el mismo tiempo en regenerarse en la naturaleza. Nuestras recomendaciones no son utilizar ADE en sí mismo, sino copiar sus características, particularmente sus microorganismos, para usar en futuros proyectos de restauración ecológica”, concluyó Siu Mui Tsai, Profesor del mismo instituto y autor del documento.
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Fuente: Diálogo Chino, Infobae, INTI, AGENCIA EFE, RTVE Noticias.